Al menos otras dos personas han perdido la vida este martes en una nueva ofensiva del Ejército de Tailandia contra áreas de la provincia camboyana de Banteay Meanchey, situada en la franja limítrofe con el país vecino. Estos ataques se producen después de que el pasado fin de semana murieran otros cuatro civiles a consecuencia de los bombardeos procedentes de Bangkok, en un contexto de creciente tensión entre ambos Estados que amenaza con hacer saltar por los aires el acuerdo de paz rubricado a finales de octubre.
El Ministerio de Defensa de Camboya ha detallado en la red social X que “A las 00.59 horas del 9 de diciembre de 2025 (18.59 del 8 de diciembre en la España peninsular y Baleares), el Ejército tailandés abrió fuego contra Camboya, intensificándose en la zona del distrito de Thma Puok, provincia de Banteay Meanchey, lo que provocó la muerte de dos civiles que viajaban por la carretera nacional 56”, antes de denunciar que las fuerzas tailandesas “continuaron disparando ininterrumpidamente durante toda la noche”.
En ese mismo comunicado, Nom Pen subraya que el país vecino “ha violado el alto el fuego” y la declaración conjunta del pasado 26 de octubre, “al llevar a cabo otra agresión armada contra (su) integridad territorial”, por lo que reclama a Bangkok que “vuelva a implementar” la tregua pactada entonces en Kuala Lumpur (Malasia).
Aun así, las autoridades camboyanas recalcan que sus Fuerzas Armadas “siguen respetando e implementando inquebrantablemente todas las decisiones del Gobierno (…) de Camboya para resolver el problema de forma pacífica, de conformidad con el Derecho Internacional, a fin de proteger la soberanía, la integridad territorial y la seguridad del pueblo camboyano”.
Los dos últimos fallecidos se suman a los cuatro muertos y nueve heridos registrados anteriormente en ataques del Ejército tailandés contra las provincias fronterizas de Preah Vihear y Oddar Meanchey, operaciones que Bangkok justificó como respuesta a supuestos ataques de tropas camboyanas que habrían causado la muerte de un soldado tailandés y varios heridos, una versión que Nom Pen ha rechazado tajantemente.
La escalada de violencia ha obligado a miles de habitantes de los distritos colindantes a abandonar sus hogares por temor a un aumento de los bombardeos, según recoge el diario “The Khmer Times”. Paralelamente, las autoridades de Vietnam y representantes de la Unión Europea han hecho un llamamiento a la prudencia y a la contención de ambas partes.
En la misma línea se ha expresado en las últimas horas el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que ha pedido a Tailandia y Camboya que “actúen con moderación y eviten una mayor escalada”.
Su portavoz, Stéphane Dujarric, ha indicado que se muestra “preocupado por (…) los nuevos enfrentamientos armados entre Camboya y Tailandia, en particular los ataques aéreos y la movilización de equipo pesado en la zona fronteriza” y ha lamentado que “ya (hay) numerosas víctimas y desplazamientos a ambos lados de la frontera”.
En este contexto, ha recordado a los dos gobiernos que “deben proteger a los civiles y facilitar la ayuda humanitaria”, les ha instado a que “vuelvan al marco del acuerdo” firmado en la capital malaya y ha reiterado la disposición de la ONU para “apoyar todos los esfuerzos encaminados a promover la paz (…) en la región”.











