El secretario general de la ONU, António Guterres, ha censurado este martes la decisión de los rebeldes hutíes de Yemen de enviar a miembros de Naciones Unidas ante un tribunal “especial”, después de que las autoridades creadas por la insurgencia en el país arrestaran a casi 60 empleados a los que acusan de espiar para facilitar a Israel sus ataques contra altos responsables.
“Instamos a las autoridades ‘de facto’ a que anulen la remisión y trabajen de buena fe para lograr la liberación inmediata de todo el personal detenido de la ONU, las ONG y la comunidad diplomática”, ha declarado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, a través de un comunicado.
De este modo, el máximo responsable de la ONU ha manifestado su “profunda preocupación por la continua detención arbitraria de 59 funcionarios de Naciones Unidas” y ha denunciado que han permanecido incomunicados, algunos durante años, sin el debido proceso, en violación del Derecho Internacional”.
En esta línea, ha subrayado que el personal de Naciones Unidas, incluidos los ciudadanos yemeníes, dispone de inmunidad judicial por todos los actos que lleven a cabo en el marco de sus responsabilidades oficiales. Para concluir, ha reiterado que siguen “comprometidos a apoyar al pueblo de Yemen y a prestar ayuda humanitaria basada en principios”.
Yemen permanece sumido en el caos desde hace más de diez años, un periodo en el que los hutíes han afianzado su control territorial y ampliado su capacidad de amenaza. Estos rebeldes, respaldados por Irán, han redoblado en los dos últimos años sus ataques contra Israel como respuesta a la ofensiva militar en la Franja de Gaza.











