El jefe de gobierno provisional tailandés, Phumtham Wechayachai, ha rechazado este jueves iniciar diálogos con Camboya a menos que se interrumpan los enfrentamientos recientes en la frontera. Además, ha acusado a Nom Pen de iniciar estos conflictos.
Phumtham ha declarado que actualmente no se ha emitido una declaración de guerra, describiendo la situación como ‘no es una guerra, son combates’. ‘Debemos intentar hablar para resolver el problema’, ha expresado, aunque ha enfatizado que es esencial primero detener estos conflictos fronterizos.
Ha señalado que las fuerzas camboyanas ‘usaron armas pesadas’ en ataques ‘sin un objetivo claro’, confirmando que al menos once civiles han fallecido por estos ataques, que han impactado un hospital y una gasolinera en el este de Tailandia.
‘Hemos dado al Ejército las competencias para usar las medidas necesarias. Intentamos ceñirnos a los principios del Derecho Internacional’, ha dicho, reconociendo que ‘dado que la situación es complicada, es posible que no haya tiempo para esperar permisos’ para responder a los ataques de Camboya.
Asimismo, ha indicado que por ahora no se ha observado una expansión de los combates y ha confirmado la evacuación de población de algunas de las zonas afectadas. ‘Haremos lo mismo en cada zona’, prometió el primer ministro tailandés durante una rueda de prensa, donde también prometió ayuda para los afectados por estos enfrentamientos.
Phumtham ha revelado que Bangkok ha enviado una carta a Naciones Unidas para informar sobre estos incidentes y compartir esta ‘situación sensible’, algo que Camboya también ha hecho al contactar con la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya, Maly Socheata, ha destacado que las fuerzas camboyanas han mantenido una ‘postura firme’ durante los combates y ha afirmado que sufrieron ataques en un total de ocho posiciones, a pesar de lo cual mantienen el ‘control total’ del templo de Ta Krabey, uno de los epicentros de las tensiones, y del área de Mom Bei.
‘Todas las operaciones militares de Camboya esta mañana fueron actos de defensa propia’, ha reiterado, antes de incidir en que Nom Pen seguirá respondiendo con todos los medios necesarios para proteger su soberanía a través de ataques ‘estrictamente’ contra objetivos militares, según ha recogido la agencia estatal camboyana de noticias, AKP.
El primer ministro de Camboya, Hun Manet, ha pedido además a la población que ‘mantenga la moralidad y la dignidad’ y que ‘evite cualquier acción o acto discriminatorio’ contra los ciudadanos tailandeses en el país o la legación diplomática del país vecino en Non Men, según un mensaje en su cuenta en la red social Facebook.
Las autoridades tailandesas y camboyanas han emitido comunicados acusándose mutuamente de haber abierto fuego primero, con la oficina del primer ministro tailandés asegurando que Nom Pen ‘disparó primero y envió drones a territorio tailandés para provocar’ y el Ministerio de Defensa camboyano argumentando que actúa ‘en defensa propia’ tras una violación de los acuerdos por parte de Bangkok.
Posteriormente, el ministro de Sanidad tailandés, Somsak Thepsuthin, ha denunciado la muerte de al menos once civiles, incluidos varios niños, a causa de los ataques camboyanos, antes de indicar que uno de ellos ha alcanzado un hospital, lo que ha tildado de ‘crimen de guerra’. Las autoridades de Camboya no han dado por ahora un balance de víctimas a causa de los ataques tailandeses.
Las relaciones entre las partes se han deteriorado después de que el pasado 28 de mayo un soldado camboyano muriera a manos de las fuerzas tailandesas en las proximidades del templo de Preah Vihear, situado en una zona en disputa entre los dos países, sin que los contactos desde entonces para reducir las tensiones hayan llegado a buen puerto.














