El antiguo ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha interpuesto un recurso ante el Tribunal Supremo (TS) solicitando la revocación del auto que le acusa, junto con el exasesor Koldo García y el empresario Víctor de Aldama, de presuntas anomalías en los contratos de mascarillas durante la crisis sanitaria, argumentando que se encuentra «abocado a un cadalso».
En su recurso de apelación, al que ha tenido acceso Europa Press, Ábalos pide a la Sala de lo Penal del Supremo que «declare la nulidad del auto recurrido o, subsidiariamente, se acuerde dictar auto de sobreseimiento provisional». La defensa del exministro, realizada por el exfiscal Carlos Bautista, destaca como evidente que Ábalos, afectado por una instrucción desequilibrada, «se ve abocado a un cadalso en el que solo puede forcejear inútilmente clamando por su inocencia».
El letrado critica que la decisión del tribunal se base únicamente en las «declaraciones del imputado Aldama en sede judicial sin aportar ninguna prueba más que su palabra y tres hojas de fotocopias sacadas de los Presupuestos Generales del Estado del año 2021 marcadas manualmente en color rosa y en color verde». Además, señala que la conformidad parcial o material es «totalmente contraria al derecho al debido proceso», como lo estipula la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Según Ábalos, De Aldama, conocido como el conseguidor del ‘caso Koldo’, habría pactado con la acusación para «incriminar al resto de los investigados a cambio de beneficios penales y penitenciarios». El exministro critica la falta de pruebas gráficas: «Choca que, en un mundo en que incluso un adolescente con un teléfono móvil es capaz de realizar grabaciones de los momentos más inconvenientes de un tercero, no exista un soporte gráfico de sus afirmaciones».
Ábalos también menciona un «episodio» en la investigación que sugiere una «falta de respeto de la inmunidad» parlamentaria como diputado, aludiendo a la «intervención», por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, de correspondencia destinada a un ex alto cargo de Transportes.
Finalmente, Ábalos desmiente haber manejado «grandes cantidades de efectivo» y refuta que su hijo Víctor haya sido receptor de fondos de ninguna trama ni gestor de recursos no declarados.
