Las elecciones del 3 de marzo de 1996 dieron al Partido Popular su primera victoria en unas elecciones generales. Sin embargo, con solo 156 diputados José María Aznar necesitó del apoyo de CiU, PNV y CC para ser investido presidente. El respaldo más difícil de lograr, el de los catalanes, prosperó tras la firma entre ambas partes del Pacto del Majestic. Un acuerdo en el que la reforma del modelo de financiación se situaba como una de las prioridades de la VI Legislatura que echaba a andar.
El cambio en el sistema de financiación cristalizó a finales de ese mismo año a través del Proyecto de Ley de cesión de tributos del Estado a las Comunidades Autónomas y de medidas fiscales complementarias y del Proyecto de Ley Orgánica de modificación parcial de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA).
En esta última norma se incluyó la concesión de un tramo adicional del 15% del IRPF (hasta situarse en el 30%) a la gestión de las CCAA. Medida que con el paso del tiempo se ha acreditado como una de las cesiones más importantes para asegurarse el apoyo del nacionalismo catalán.
Reabierto el debate sobre una posible nueva remodelación del sistema de financiación autonómica en medio de las negociaciones de investidura en Cataluña, Demócrata recupera las mejores intervenciones de los debates parlamentaria de la reforma de 1996: quién dijo qué y qué votó cada partido.
Punto de partida
El 23 de octubre de 1996 se produjo el debate de totalidad de ambos proyectos. El encargado de exponerlos por parte del Ejecutivo fue el entonces Ministro de Administraciones Públicas Mariano Rajoy.
Las medidas pretendían adaptar la legislación al acuerdo adoptado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) celebrado en el mes de septiembre entre el Gobierno y doce Comunidades Autónomas, que fue definido por el ministro como «una regulación mucho más acorde con el espíritu del texto constitucional que la que existía hasta el momento presente».
La forma de lograr el acuerdo fue objeto de criticas por parte del Grupo Socialista que no consideraba correcto que una «ley constitucional» como la LOFCA fuera modificada a partir de un pacto «con un órgano consultivo, como es el CPFF, y con interlocutores —los gobiernos autonómicos— que no representan a la totalidad de un proyecto político«.
En su intervención, Rajoy insistió en que lo que se discutía en aquel Pleno no era el propio concepto de corresponsabilidad fiscal, sino el procedimiento para aplicarla. En este sentido informó de las dos vías utilizadas por el Gobierno para alcanzarla: la cesión de tributos atribuyendo capacidad normativa y no solo de gestión a las CCAA y dotándolas de esta misma competencia sobre una parte del IRPF.
Así explicaba el ministro la decisión adoptada:
«Una bomba de relojería»
Para la defensa de la enmienda de totalidad del PSOE tomó la palabra Juan Manuel Eguiagaray que sostuvo que aumentar las diferencias de autonomía financiera de unas CCAA respecto de otras rompía los mecanismos de solidaridad.
Además puso énfasis en los «problemas jurídicos serios» que a su juicio supondría a aprobación de estas leyes:
A modo de réplica al ministro llegó también a calificar el proyecto como «una bomba de relojería» y acusó al PP de estar pagando el precio de la investidura de Aznar. «Señor Rajoy, éste es un sistema malo y peligroso«, aseguró en reiteradas ocasiones a la par que ponía el foco en la ausencia de consenso: «Es un modelo solamente defendido por ustedes, que son una fuerza política minoritaria y una fuerza política con representación en una o en dos CCAA».
Riqueza y sentimientos
Tanto el Proyecto de Ley de cesión de tributos del Estado a las Comunidades Autónomas y de medidas fiscales complementarias como el Proyecto de Ley Orgánica de modificación parcial de la LOFCA se tramitaron por vía de urgencia. Un mes después del debate de totalidad el Pleno del Congreso acogió la votación de los dictámenes de la Comisión de Economía, Comercio y Hacienda.
Las defensa de las enmiendas del Grupo Socialista corrió a cargo de Mercedes Aroz que precisamente criticó el procedimiento seguido por el Gobierno. Para ello recordó como la LOFCA, elaborada por el ejecutivo de la UCD en 1979 y debatida en las Cortes presididas por Landelino Lavilla, tuvo un trámite en las dos Cámaras de un año y tres meses. Mientras que la que se encontraban debatiendo no había superado los dos meses de procedimiento entre Congreso y Senado.
Además, anunció la voluntad de su partido de cambiar de nuevo el sistema de financiación «cuando los ciudadanos españoles nos otorguen nuevamente la confianza para gobernar».
La diputada socialista quiso finalizar su intervención con una cita del catedrático Francesc de Carreras: «Cuando se mezcla el reparto de la riqueza con sentimientos de agravio, la necesaria cohesión humana, algo más que la económica y social, en que debe asentarse todo Estado, queda muy seriamente resquebrajada«.
Para atajar las críticas, Reyes Montseny (PP) se dirigió a la bancada socialista afirmando que en las elecciones autonómicas catalanas de 1995, su candidato Joaquim Nadal había manifestado en la campaña que de ganar los comicios reivindicaría el principio de corresponsabilidad fiscal del 30%.
«No se puede decir aquí una cosa y lo contrario en Galicia, en el País Vasco, en Cataluña o en Castilla-La Mancha», sentenció la diputada del PP.
Los reproches de CiU
Para CiU, el contenido de los proyectos era positivo aunque advertían de que no sería esta la última reforma del modelo de financiación. «¿Cómo podía ser ésta la última reforma?«, se preguntaba de forma irónica su portavoz Francesc Homs i Ferret desde la tribuna.
El diputado catalán también mostró su sorpresa por la negativa de determinados grupos parlamentarios que no cuestionaron la cesión del 15% del IRPF en 1994 con el Gobierno de Felipe González, pero si lo hacían con el 30%, «no conocemos todavía la razón de fondo que justifica el porqué».
Además interpeló directamente a la representante socialista: «¿Por qué el portavoz expresa su oposición a esta reforma cuando, por otra parte, en otros foros parlamentarios se dice que se está de acuerdo con esta cesión del 30% del IRPF?».
Ante las voces que defendían que esta medida ahondaría en la división o el alejamiento regional, Homs i Ferret y su grupo lo negaban: «No porque lo digamos nosotros, sino porque no fue así cuando se incorporó ya el 15% en el año 1994».
1562 enmiendas y 422 votaciones
Tras la votación de las enmiendas, por tener naturaleza orgánica se produjo la votación final y de conjunto de la modificación parcial de la LOFCA. El resultado fue 179 votos a favor, 140 en contra y 2 abstenciones. En el sí se situaron el PP, CiU, el PNV y CC. Los mismo grupos que habían conformado la mayoría de investidura. El Proyecto de Ley de cesión de tributos del Estado a las Comunidades Autónomas y de medidas fiscales complementarias también salió adelante.
Pero antes de levantar la sesión, el presidente del Congreso Federico Trillo (PP), «desde una perspectiva estrictamente institucional», dio algunos datos sobre las sesiones desarrolladas por la mañana, tarde y noche durante cinco días, que posibilitaron la reforma del sistema de financiación:
- 1.556 enmiendas debatidas
- 178 Diputados y miembros del Gobierno intervinientes
- 422 votaciones
- 325 asistentes de media al Pleno
