Adrián Barbón resalta el importante legado de Antonio Trevín y su firme compromiso con el asturianismo

El presidente del Principado, Adrián barbón, ante el féretro de Antonio Trevín, cuya capilla ardiente ha quedado isntalada en la sede de Presidencia.JUAN VEGA/EUROPA PRESS

Adrián Barbón, el presidente del Principado y miembro del partido socialista, ha querido subrayar el jueves el invaluable legado dejado por Antonio Trevín, anterior presidente del Principado y destacado por ser un ferviente municipalista y por su firme compromiso con el asturianismo social, cultural y político de la región.

En un momento de profunda emoción en la capilla ardiente, ubicada en la sede de Presidencia del Principado, Barbón recibió condolencias de destacadas figuras de diversos sectores como el político, empresarial y social, quienes se acercaron para despedir a esta figura emblemática del socialismo, acompañando también a su familia en estos momentos.

Barbón compartió con los medios de comunicación que es crucial ‘destacar tres cosas de Trevín: la primera que fue el presidente más joven de la historia de Asturias, desde que hay autonomía, tenía 37 años; la segunda que era la primera vez que un alcalde accedía a la presidencia y es una impronta especial y se nota y en tercer lugar su claro compromiso con el asturianismo social, cultural y político de nuestra tierra’.

‘Era un presidente profundamente orgulloso de la identidad de Asturias, de su tradición, de su historia, de su cultura, de sus lenguas y yo eso lo aprendí mucho de él, lo hablé mucho con él’, destacó Barbón.

Barbón expresó su tristeza por la prematura partida de Trevín a los 69 años, a causa de una ‘enfermedad muy complicada’ contra la cual ‘luchó como un titán’. Además, recordó su último encuentro con Trevín el pasado 14 de julio en su residencia en Llanes, donde tuvo el honor de entregarle personalmente la medalla de Asturias, un reconocimiento otorgado por el Gobierno asturiano que Trevín debería haber recibido oficialmente el próximo 8 de septiembre, Día de Asturias.

‘Estuve dos horas y pico en su jardín allí hablando, estuvimos hablando de política, de todo, pero para mí la mayor satisfacción personal y lo digo desde el punto de vista humano fue, el llevarle la medalla de Asturias porque yo era consciente de que iba a ser muy difícil que llegara a recibirlo el 8 de septiembre, y bueno, el enseñársela, el ponérsela incluso, para mí es una satisfacción, porque los reconocimientos están muy bien, pero cuando se sienten en vida están mucho mejor todavía, y aunque es verdad que a mí me hubiera gustado muchísimo, y sé que a él también, recibirla el 8 de septiembre, al menos la recibió, la tuvo, la tocó’, relató Barbón.

Barbón finalizó remarcando el orgullo y la complicidad que observó entre Trevín y su esposa Luisa durante esos momentos, resaltando el cuidado y cariño con que Luisa atendía a Trevín, y lo significativo que fue para él asegurarse de que Trevín recibiera la medalla, un símbolo de reconocimiento a su extensa carrera y dedicación.

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