Yolanda Díaz ya tiene fecha para presentar en el Congreso su proyecto estrella de la legislatura. El próximo jueves 6 de marzo acudirá a la Comisión de Trabajo, Economía Social, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones con la previsión de defender ante los diputados y diputadas la reducción de la jornada laboral.
La comparecencia será a partir de las 11,30 horas, según han confirmado a Demócrata fuentes de la Comisión.
La cita será el pistoletazo de salida de la tramitación del proyecto de ley, que previsiblemente será aprobado ese mismo martes en el Consejo de ministros.
Esa es, al menos, la intención del Ministerio de Trabajo y Economía Social, que ya avanzó hace semanas su intención de enviar la reforma a las Cortes Generales a finales de febrero o a principios de marzo.
Esta semana aún esperaba el dictamen del Consejo Económico y Social (CES), aprobado finalmente este miércoles. El órgano consultivo avala la rebaja de la jornada de 40 a 37,5 horas semanales, si bien echa en falta una justificación más precisa y fundamentada.
Turno para el Congreso
La propuesta, que también introduce cambios en la regulación del registro horario y reconoce el derecho a la desconexión digital, llega al Congreso como fruto de un acuerdo con los sindicatos CCOO y UGT.
La patronal decidió desmarcarse, al no aceptar las ayudas y bonificaciones propuestas por Trabajo por su rechazo total a la reducción.
El departamento que dirige Yolanda Díaz planteó un plan de acompañamiento y asesoramiento para pymes, con la bonificación de contrataciones que se realicen como consecuencia de la aplicación de esta medida.
Con el ‘portazo’ de la patronal estas propuestas decayeron. Sin embargo, desde el Ministerio de Trabajo como desde el de Economía no cerraron la puerta a recuperarlas durante la tramitación parlamentaria.
Y es que en el Ejecutivo asumen que el gran desafío para lograr aprobar la reforma llega ahora: rearmar la mayoría de la investidura para superar el previsible rechazo de PP y Vox, ante el cual todo voto es imprescindible.
Hace algo más de un año, en febrero de 2024, el Pleno de la Cámara Baja aprobó una iniciativa no legislativa para impulsar la reducción de jornada a partir de la negociación con sindicatos y patronal. El objetivo, aprobar una primera rebaja hasta las 38,5 horas ese mismo año.
El PP se abstuvo y ese proceso se inició, pero no llegó a aprobarse. El desmarque de la patronal y la estrategia de los ‘populares’ de no dar margen a las reformas al Ejecutivo anticipan un rechazo frontal.
Todas las miradas apuntan, en todo caso, al voto de Junts. Fuentes cercanas a la vicepresidenta segunda asumían hace meses, cuando la negociación con los agentes sociales llegaba a su fin, que los de Carles Puigdemont serían el principal escollo para sacar adelante la norma.














