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Almeida saca adelante en solitario su séptimo presupuesto en un contexto de prudencia y responsabilidad política

Almeida aprueba en solitario su séptimo presupuesto para Madrid, con superávit, rebajas fiscales, más inversión y fuertes críticas de la oposición.

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Almeida saca adelante en solitario su séptimo presupuesto en un contexto de prudencia y responsabilidad política

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha logrado sacar adelante sin apoyos de otros partidos su séptimo proyecto de cuentas municipales en un contexto de “prudencia” ante la “incertidumbre estatal” y como expresión “de estabilidad institucional, de responsabilidad política, de transparencia de gestión y de respeto a los compromisos adquiridos con los madrileños”, según ha subrayado la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo.

La mayoría absoluta del PP ha permitido aprobar 27 enmiendas presentadas por los grupos municipales, sumando ya 230 desde que Almeida llegó a la Alcaldía. Las tres enmiendas a la totalidad, una por cada formación de la oposición, han sido rechazadas. De las 703 propuestas registradas por los grupos opositores, 271 procedían de Vox, 249 del PSOE y 183 de Más Madrid.

En su intervención inicial en el Pleno extraordinario de Cibeles, la responsable de Hacienda ha aprovechado para felicitar a su paisana María Guardiola por los resultados electorales en Extremadura, de los que se siente “profundamente orgullosa”.

Entrando en el contenido de las cuentas, Hidalgo ha explicado que estas permiten “avanzar en el cumplimiento del programa electoral y en el fortalecimiento de los servicios públicos a los madrileños”, al tiempo que ha puesto el foco en “la profunda incertidumbre por parte del Gobierno de la Nación”. El Consistorio ha decidido diseñar el presupuesto “bajo un escenario de prudencia”, revisando las entregas a cuenta de los últimos ejercicios.

Este presupuesto es “el reflejo de estabilidad institucional, de responsabilidad política, de transparencia de gestión y de respeto a los compromisos adquiridos con los madrileños”. “Entendemos que son los presupuestos que Madrid necesita”, ha remarcado la delegada.

Superávit, crecimiento y ejes de actuación

Las cuentas aprobadas en Cibeles “cumplen la regla de gasto y arrojan un superávit de 208 millones de euros”. En el plano macroeconómico, se estima que en 2026 la economía madrileña crecerá un 2,5%.

“En el Gobierno municipal somos conscientes de que para consolidar estos resultados hay que seguir trabajando porque entendemos que la prosperidad sólo se consigue cuando Administración y sociedad civil trabajan de la mano. Así, la Administración crea las condiciones adecuadas para que el esfuerzo de empresarios, autónomos, trabajadores y vecinos se transforme en empleo, atracción de inversión y bienestar social”, ha defendido Hidalgo.

El presupuesto de 2026 contempla 6.578 millones de euros de gastos no financieros, un 4,8% más que el ejercicio precedente. Si se integra el conjunto del sector público municipal, la cifra se eleva hasta los 7.724 millones, “que permitirán que en Madrid haya más inversión, más servicios y más oportunidades para todos los barrios y todos los ciudadanos”.

La responsable de Hacienda ha señalado como ejes básicos el ámbito económico, social, medioambiental y la cohesión territorial, “a los que se les une la seguridad como política transversal”. “Estos ejes no son sólo una coherencia política ni un eslogan electoral sino que son los pilares sobre los que se construyen las mejores ciudades del mundo”, ha afirmado.

En el capítulo de sostenibilidad económica y cohesión territorial, el área ha subrayado que 2026 será el ejercicio con mayor esfuerzo inversor en la capital desde 2008. La inversión media de este segundo mandato de José Luis Martínez-Almeida se sitúa en 639 millones de euros frente a los 248 de la Corporación 2016-2019, presidida por Manuela Carmena, es decir, más del doble, según los datos municipales.

Entre las actuaciones destacadas figuran la finalización del soterramiento de la A-5, el Parque de Ventas y el cubrimiento del tramo final de Castellana, que suman un presupuesto de 279 millones de euros. Las cuentas de 2026 incorporan 655 proyectos destinados a profundizar en la transformación urbana y la cohesión territorial.

Rebajas fiscales y cambios en el IBI y el ‘numerito’

En 2026 el PP continuará “la senda de las rebajas de impuestos comprometidas, a la vez que se prestan unos servicios públicos de la máxima calidad”. “Así, las medidas fiscales impulsadas desde que José Luis Martínez-Almeida es alcalde han permitido a los marrileños un ahorro fiscal de alrededor de 1.280 millones entre 2020 y 2026”, ha cifrado Hidalgo.

Las ordenanzas fiscales incluyen una reducción del IBI, con un tipo del 0,414, “muy cerca del mínimo legal”, lo que en 2026 se traducirá en “un ahorro de 31 millones de euros para familias, empresas y negocios”. A ello se suma el aumento del 50 al 95% de la bonificación del IBI para comercios centenarios y una nueva bonificación en el impuesto de vehículos para grandes flotas, manteniéndose el resto de bonificaciones vigentes.

Otra de las novedades fiscales es que el Ayuntamiento de Madrid pasará a calcular el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), el conocido ‘numerito’, no por el tipo de motor o carburante, sino según las etiquetas medioambientales de los vehículos.

Nueva tasa de basuras vinculada al padrón

El Consistorio incorporará en 2026 el número de empadronados en cada vivienda a la fórmula de cálculo de la tasa de basuras. De este modo, se aplicará una tarifa progresiva en los inmuebles de uso residencial, con diez tramos que irán desde una persona empadronada hasta diez o más, tomando como referencia el número de residentes inscritos en el padrón a 1 de enero de 2026.

Se calcula que alrededor de 1,7 millones de inmuebles abonarán esta tasa. Como ya ocurre en 2025, seguirán exentos del pago los garajes y trasteros vinculados a una vivienda, al no generar residuos, así como los solares y los edificios en estado de ruina.

Además, se introduce una exención específica para los garajes de uso industrial destinados íntegramente a uso residencial, siempre que el titular aporte una declaración responsable que lo acredite.

Menos impuestos, menos deuda y críticas de la oposición

“Los madrileños pagarán en 2026 hasta 253 millones de euros menos de lo que hubiesen tenido que pagar si siguiesen vigentes los mismos impuestos que tenía Manuela Carmena en 2019. Prueba de esta solvencia es que con nuestros ingresos corrientes financiamos los gastos corrientes y gran parte de la inversión. Además pagamos a proveedores en menos de 10 días cuando la Administración General, por poner un ejemplo, tarda 24”, ha señalado Hidalgo.

En paralelo, la deuda municipal se ha “contenido y reducido”, de forma que se prevé cerrar 2026 “con la cifra más baja en los últimos veinte años con 1.519 millones de euros”.

Para sufragar el presupuesto se prevén unos ingresos no financieros consolidados de 6.575 millones de euros, lo que implica un aumento del 3,8%. Los tributos propios constituyen la principal fuente de recursos, alrededor del 50%, mientras que las transferencias corrientes suponen el 38,2%. En cuanto a la financiación procedente del Estado, el Ayuntamiento recibirá 2.732 millones de euros.

Desde la oposición, la portavoz de Hacienda de Vox, Arantxa Cabello, ha criticado unas políticas económicas “diseñadas” por Bruselas “propias de la socialdemocracia globalista”, con “más intervención, más presión fiscal y más dependencia del gasto público”, que, a su juicio, resultan “letales” para las clases medias.

La edil socialista Enma López ha justificado el rechazo de su grupo al considerar que las cuentas de 2026 se resumen en “cuatro letras”, las de “nada”, unos presupuestos “sin ideas nuevas, sin ganas” y que “no va a mejorar en nada la vida de los madrileños y las madrileñas”.

Por su parte, la concejala de Más Madrid Sara Ladra sostiene que el proyecto presupuestario responde “a los intereses económicos” del PP de José Luis Martínez-Almeida, que ha resumido en “especulación inmobiliaria, turismo de lujo de eventos VIP y regalos fiscales”, lo que, en su opinión, da lugar a unas cuentas “para ricos”.