El presidente de la Comisión Gestora del PSOE de Extremadura, José Luis Quintana, ha dejado en manos de María Guardiola toda la iniciativa para las conversaciones sobre la investidura, al considerar que es la candidata del partido que ha ganado las elecciones.
Pese a ello, ha marcado perfil propio ante una eventual abstención que facilitase la conformación del nuevo Gobierno autonómico, recalcando que el Partido Socialista es la “alternativa” al PP y que no es su “socio de gobierno”.
Quintana se ha pronunciado así en su primera comparecencia ante los medios tras la designación de la Comisión Gestora que asumirá la dirección del partido hasta el próximo Congreso Regional, después de la dimisión de Miguel Ángel Gallardo como secretario general a raíz de los malos resultados del pasado domingo. Ha apuntado que dicho cónclave podría celebrarse en mayo.
Hasta entonces, la gestora deberá adoptar decisiones inmediatas, como la configuración del grupo parlamentario, la elección de los diputados socialistas que integrarán la Mesa de la Asamblea y, asimismo, la posición que el PSOE mantendrá en la votación de investidura.
En relación con este último aspecto, Quintana ha evitado concretar cuál será finalmente el sentido del voto socialista. Ha subrayado, en primer lugar, que corresponde al partido vencedor de los comicios dar el primer paso.
“Hay un partido que es el más votado y es el que tiene que tomar la iniciativa”, ha señalado sobre el PP, para añadir a continuación que “si ese partido considera que tiene una serie de socios prioritarios, pues lógicamente actuará en consecuencia”.
Desde la óptica socialista, y recordando que entre las funciones de la gestora no figura “adoptar decisiones estratégicas de largo alcance”, ha insistido en que mantienen una “posición de alternancia” y que no son un “socio de gobierno” del PP.
“Somos la alternativa al Partido Popular. Por lo tanto, el Partido Popular es quien tiene que tomar ahora mismo la decisión”, ha reiterado Quintana, quien también ha opinado que sería un “absoluto fracaso” para María Guardiola que reclamara al PSOE que le allanase la investidura.
Ha añadido que los socialistas no van a ofrecer esa posibilidad, dado que “no tiene sentido” al no ser la fuerza ganadora, y ha recalcado que, si finalmente Guardiola precisara del apoyo del PSOE para gobernar, supondría un “rotundo fracaso” para la líder ‘popular’. “¿Para qué ha servido todo esto?”, se ha preguntado, aludiendo a la convocatoria electoral y al coste económico que supone para las arcas autonómicas.
En cualquier caso, ha confirmado que será él mismo, como presidente de la gestora, quien acudirá a un eventual encuentro con Guardiola para abordar la investidura. “Si me llama, voy a ir”, ha indicado, antes de remarcar que el PSOE es un partido “responsable”.
MOTIVOS DE LA DEBACLE
Al analizar las causas por las que el PSOE extremeño ha perdido más de 100.000 votos en las últimas elecciones, Quintana ha situado en primer término el aumento de la abstención, que, a su juicio, ha perjudicado “enormemente” a los socialistas.
Preguntado por las declaraciones de la vicesecretaria general del PSOE y vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, en las que atribuía en buena parte los resultados a la “situación concreta que se vivía en Extremadura a raíz de la imputación” de Miguel Ángel Gallardo, ha manifestado que está “de acuerdo” con sus palabras y ha recordado que se trata de “una persona relevante” en el partido.
En esta primera comparecencia desde la constitución de la gestora, ha explicado que la misión de este órgano provisional es asegurar la continuidad orgánica y política del PSOE hasta que se normalice la situación mediante un congreso, que calcula podría tener lugar en mayo, y la elección democrática de una nueva dirección regional.
Durante este periodo, la gestora asumirá las tareas básicas de dirección, como la organización interna, la coordinación política y la representación institucional y administrativa del partido. Entre sus cometidos estará, por ejemplo, la designación de la dirección del grupo parlamentario y de los miembros de la Mesa de la Asamblea.
Aunque también le corresponde fijar el sentido del voto en la investidura de María Guardiola, ha insistido en que no es su papel tomar “decisiones estratégicas de largo alcance”.
“No es nuestra función ni sería responsable hacerlo”, ha subrayado, destacando que el objetivo prioritario es “estabilizar” el partido y preparar el proceso congresual, recuperando la “normalidad democrática interna” y garantizando que sea la militancia quien elija a su dirección.
“RESETEAR” EL PARTIDO SIN GRITOS NI TITULARES
Quintana ha reiterado que las bases del PSOE son “las dueñas del destino” de una organización que, tras la derrota electoral, precisa ahora “tranquilidad, calma y sosiego”.
En este marco, ha admitido que se abre una etapa de “reflexión interna”, que, ha advertido, no se lleva a cabo “ni a gritos ni en titulares”, sino “con serenidad, con respeto y con trabajo”.
“Ahora toca trabajar de puertas para adentro para poder salir de nuevo a la calle con un proyecto reconocible, creíble, útil y coherente para los extremeños y las extremeñas”, ha afirmado. José Luis Quintana ha reconocido que el PSOE de Extremadura ha perdido miles de votos en los últimos comicios y, por ello, considera que es momento de “resetear” el partido, subrayando que en tiempos de cambio “la calma es imprescindible” y “la tranquilidad es la obligación”.
La meta final, ha apuntado, es que la mayoría social de Extremadura vuelva a confiar en el PSOE, un propósito al que se debe llegar “sin prisa pero sin pausa”, con la “enorme responsabilidad que siempre ha guiado” a un partido que cuenta con “historia, valores y futuro”.