Los ejecutivos de Asturias y Castilla-La Mancha, liderados por el PSOE, han expresado su oposición al arreglo de financiación exclusiva establecido recientemente entre el gobierno central y Cataluña. Paralelamente, federaciones socialistas en otras áreas como Castilla y León y Baleares han instado a sus líderes regionales a negociar pactos semejantes de manera bilateral.
Este lunes, se confirmó un nuevo esquema de financiación autonómica entre el Gobierno y la Generalitat, que ahora dependerá de los ingresos de las comunidades autónomas en lugar del gasto previo, aunque aún no se han especificado cifras ni fechas concretas.
El acuerdo contempla que Cataluña, y cualquier otra comunidad que así lo decida, gestionará la recaudación de todos los impuestos. Estos ingresos se asignarán a un conjunto de tributos del cual se derivará el monto que el Estado conservará para sus gastos en Cataluña, asignando el remanente a la Generalitat.
«Que no nos tomen por tontos», declaró Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, criticando la propuesta por considerarla un medio para «pagar favores, chantajes o lo que es peor, pasos adelante en la ruptura de la unidad, que es lo mismo que la igualdad». Por su parte, Guillermo Peláez, portavoz del Gobierno de Asturias, indicó que votarían en contra de la propuesta en el Consejo de Política Fiscal y Financiera si resulta perjudicial para el Principado.
LAMBÁN: «ES UN PASO GIGANTE HACIA LA SOBERANÍA PLENA DE CATALUÑA»
Javier Lambán, ex presidente del Gobierno de Aragón, ha manifestado que el trato negociado acabaría con «la igualdad y la solidaridad entre los españoles» y representaría «un paso gigante hacia la soberanía de Cataluña». «Es lo que pagamos todos por la investidura de Illa y la debilidad extrema de Sánchez. Los españoles no podemos permitirlo», enfatizó.
