La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha manifestado este martes que la controversia generada por la investigación sobre la atención que recibieron los mayores en las residencias madrileñas durante la pandemia responde, en realidad, a “cuatro frustrados que quieren vender libros”. Según ha indicado, detrás de todo ello “solamente hay una operación política” que pretende “echar por tierra el trabajo” desarrollado en la región.
Desde las obras de la futura estación de Metro de Comillas, Ayuso ha defendido la actuación de su Ejecutivo y ha recalcado que, a lo largo de estos años, “no importa es lo que a lo largo de los años se han manifestado ni los geriatras ni las sociedades médicas, ni el personal de las residencias, ni los que estaban allí presentes, ni los propios jueces. La justicia ha dado la razón a la Comunidad de Madrid en 143 ocasiones dejando claro que la atención fue adecuada, que no hubo en ningún momento un móvil discriminatorio, según la propia justicia”.
En esta línea, ha acusado a la izquierda de no tener en cuenta “la verdad” ni la situación de las familias afectadas, a las que reclama “el máximo respeto y consideración”. Ha denunciado que “están al frente activistas políticas que actúan bajo el lema ‘Hay que retorcer el dolor de las víctimas’”, lo que, a su juicio, intensifica el sufrimiento de quienes perdieron a sus seres queridos.
Para la dirigente autonómica, todo este proceso solo está sirviendo para alimentar “un negocio de cuatro frustrados que buscan vender libros” o para que algunos de sus impulsores logren “casito en unas listas electorales”, en referencia a determinados dirigentes de la izquierda y representantes sindicales que han impulsado estas iniciativas.
“Aquí solamente hay una operación política que lo que intenta es decirle al pueblo de Madrid que no sabe lo que vota y que son tontos, que los madrileños no saben lo que pasó en la pandemia y lo que intentan es echar por tierra el trabajo del Gobierno de la Comunidad de Madrid”, ha insistido Ayuso, criticando que se cuestione de este modo el respaldo mayoritario que recibe su gestión en las urnas.
Frente a estas acusaciones, la presidenta ha reivindicado la actuación de su Gobierno durante la crisis sanitaria, recordando que el Ejecutivo regional fue “el que alertó de la pandemia, que fue el que dio un paso adelante, frente al Gobierno de (Pedro) Sánchez, que no hizo nada, que no atendió a la Organización Mundial de la Salud y que dejó abandonadas las residencias”. A su entender, resulta “muy feo faltar a la verdad” y utilizar políticamente “el dolor” de las víctimas y sus familias.










