El Partido Popular ha activado el modo nostálgico durante la primera jornada de su XXI Congreso Nacional. Los expresidentes del Gobierno, José María Aznar y Mariano Rajoy, han tomado la palabra en la sesión inaugural, antes de que comenzasen los debates sobre las ponencias políticas y estatutarias, para marcar la hoja de ruta que, a su juicio, debe seguir el partido para regresar a La Moncloa y criticar duramente al Gobierno.
No es una imagen típica en los cónclaves populares. Han pasado más de diez años desde la última vez que ambos presidentes se encontraban en una cita de este tipo. Durante el Congreso que el partido celebró en 2022 para encumbrar como líder a Alberto Núñez Feijóo, José María Aznar tuvo que ausentarse porque padecía COVID. Anteriormente, en 2018, Aznar no fue invitado, algo que despertó su malestar.
Aún más, en 2016 José María Aznar rechazó el título de presidente honorífico en un signo de protesta contra Rajoy. Pablo Casado fue invitado a esta cita pero desestimó acudir alegando «problemas de agenda». El partido buscaba con este encuentro transmitir una imagen de unidad, algo que dicen «no puede hacer el PSOE», en referencia a las discrepancias que el expresidente Felipe González mantiene con la actual dirección socialista. Han tenido que pasar más de diez años para que Rajoy y Aznar se encontrasen en un cónclave popular y lo han hecho precisamente para arremeter contra el Ejecutivo actual.
Aznar manda un aviso a Feijóo
Durante su intervención, Aznar ha hecho hincapié en la necesidad de llevar a cabo un «cambio urgente» en España que signifique «que los delincuentes dejen de estar en los despachos legislando y pasen a estar en la cárcel para que la ley se les aplique». Ese, ha dicho, es el cambio urgente de España. Ha aludido a los casos de presunta corrupción que afectan al PSOE, subrayando que «no es cosa de tres o cuatro golfos».
«La golfería estructural del sanchismo no se limita al sexto mandamiento, rebasa cuestiones de moral privada y tiene un significado político», ha aseverado.
Entre varias interrupciones por los aplausos de los más de tres mil compromisarios que acuden al Congreso, ha advertido al actual líder popular de que el partido tiene que ser «claro» al pedir apoyo a los ciudadanos para gobernar.
«La España sin muros, la España que cuenta en el mundo exige de nosotros compromisos explícitos. Si pedimos un mandato claro, tenemos también que ser claros a la hora de decir para qué lo pedimos», ha manifestado.
Y tú más
Ante los supuestos casos de corrupción que afectan al Partido Socialista, Rajoy ha hecho una defensa de su gestión en el Partido Popular.
«Cuando nosotros tuvimos problemas, no gritamos ‘y tú más’. Lo que hicimos fue endurecer las leyes para mejorar la lucha contra el delito. Ahora que a ellos se les ha descubierto un agujero negro, se han puesto a endurecer las leyes contra la independencia judicial. Esa es la diferencia entre unos y otros. Unos actuamos contra la corrupción y otros contra los jueces, contra los fiscales y los guardias civiles», ha expresado.
Sobre la actual legislatura, ha marcado el pacto «indigno» de investidura entre el PSOE y sus socios como el principio de «todo lo que estamos viviendo hoy» en España.
«De ese pacto vino todo. De ahí vino la amnistía, el acercamiento de presos, la financiación a la carta, las cesiones contra la igualdad de los españoles, el manoseo de las instituciones y finalmente la corrupción», ha argumentado.
El exdirigente ‘popular’ le ha mostrado su apoyo a Núñez Feijóo, y ha defendido una oposición marcada por la «sensatez, moderación y los principios constitucionales», así como por el respeto «al que no piensa» como ellos.