El pensador surcoreano-alemán Byung-Chul Han, uno de los filósofos más influyentes del siglo XXI y autor de La sociedad del cansancio, ha recibido el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025. En Oviedo advirtió que “la tecnología sin ética puede volver a esclavizar al ser humano” y que vivimos bajo una libertad ficticia basada en la autoexplotación.
El filósofo que incomoda al siglo XXI
Byung-Chul Han (Seúl, 1959) apenas concede entrevistas y aparece en público y escribe en alemán con frases cortas, frías y demoledoras.
Este viernes, el autor de La sociedad del cansancio reapareció en el Teatro Campoamor, donde recibió el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades por su capacidad para “despertar conciencias en una era hiperconectada”.
Durante su discurso, leído en alemán, defendió la función crítica del pensamiento:
“El papel del filósofo es incomodar, despertar y exhortar a la sociedad”.
Recordó a Sócrates como símbolo del tábano que pica al “caballo noble pero perezoso” de Atenas. “Yo también soy ese tábano”, dijo, reivindicando la incomodidad como deber moral.
“Vivimos en un régimen neoliberal que explota la libertad”
Han, profesor en la Universidad de las Artes de Berlín, se hizo conocido por su diagnóstico del capitalismo contemporáneo: una sociedad que ya no necesita coerción externa, porque cada individuo se autoexplota en nombre del éxito, la productividad y la positividad.
“Hoy creemos ser libres, pero vivimos en un régimen neoliberal despótico que explota precisamente la libertad”, señaló ante el auditorio.
Para Han, la “sociedad del rendimiento” sustituye al antiguo sistema de prohibiciones: el “debes” se ha transformado en el “puedes”. Pero ese poder sin límites, añadió, “acaba generando más coacción que la disciplina de antes”.
El teléfono inteligente y la ilusión del control
En uno de los momentos más citados de su intervención, el filósofo advirtió sobre la dependencia tecnológica que domina la vida moderna:
“Nos hemos convertido en herramientas del smartphone. Él nos usa a nosotros, no al revés”.
Aclaró que no está en contra de la tecnología, sino de su uso sin control político ni ético, lo que puede convertirla en un poder “monstruoso” que esclavice al ser humano. Sus palabras resonaron en un momento de debate global sobre la inteligencia artificial y la privacidad digital.
Un pensador entre la crítica y el vacío
Autor de más de 20 ensayos breves traducidos a más de 30 idiomas, Han combina la filosofía continental con una mirada poética y minimalista. Entre sus obras más leídas se encuentran:
- La sociedad del cansancio (2010)
- La sociedad de la transparencia (2012)
- Psicopolítica (2014)
- La expulsión de lo distinto (2017)
- El aroma del tiempo (2009)
Su pensamiento gira en torno a conceptos como autoexplotación, burnout, hiperconexión, transparencia y pérdida de empatía. En sus libros, el capitalismo digital aparece como un sistema que consume atención y destruye el silencio.
“Sin respeto, la democracia se vacía”
En Oviedo, Han extendió su crítica al ámbito político:
“Sin respeto, confianza ni responsabilidad, la democracia se convierte en un aparato vacío. Las elecciones se vuelven un ritual sin sentido y los parlamentos, escenarios para la autopromoción”.
El filósofo alertó del aumento de la desigualdad económica y del miedo que empuja a las sociedades “a los brazos de autócratas y populistas”.
“La tecnología sin ética y la política sin respeto -dijo- son los dos caminos más rápidos hacia la servidumbre moderna.”
De Seúl a Berlín: el camino del pensador invisible
Nacido en Seúl, Byung-Chul Han estudió metalurgia antes de mudarse a Alemania para cursar filosofía y teología en Friburgo y Basilea. Vive en Berlín desde los años ochenta y apenas concede declaraciones públicas. Cultiva flores en su jardín y afirma que el pensamiento necesita lentitud: “Las ideas crecen como las plantas: despacio y con cuidado”.
Su estilo hermético y su aversión a la exposición mediática contrastan con su popularidad: es uno de los filósofos más leídos en España y América Latina.
