La Junta de Andalucía investiga si el centro concertado Irlandesas de Loreto, en Sevilla, incumplió los protocolos contra el acoso y el riesgo suicida tras los avisos de la familia de Sandra Peña, la adolescente de 14 años que se quitó la vida. La Fiscalía también analiza el caso.
Educación investiga un posible incumplimiento grave
El colegio sevillano Irlandesas de Loreto, donde estudiaba Sandra Peña, se enfrenta a la posible retirada del concierto educativo si la investigación concluye que hubo una irregularidad grave en la gestión del caso.
Fuentes de la Consejería de Desarrollo Educativo, dirigida por María del Carmen Castillo, recuerdan que la sanción prevista ante una falta de este tipo es la retirada del concierto. La Inspección Educativa de Sevilla ya ha detectado una dejación de funciones, coincidente con el relato de la familia de la menor.
Según explican, la madre de Sandra había denunciado en dos ocasiones la situación de acoso -la primera, a mediados del pasado curso-, sin que el centro activara el protocolo de prevención del acoso escolar ni el de conductas suicidas.
La Fiscalía asume la investigación penal
El caso está ya en manos de la Fiscalía de Menores de Sevilla, dirigida por Marta Valcarce, que analiza la documentación remitida por la Junta para determinar si abre diligencias por la posible omisión del protocolo autonómico.
El protocolo contra el acoso escolar de Andalucía fue aprobado en 2011 y actualizado en 2017 para incluir un apartado específico sobre ciberacoso.
Ambos obligan a los centros educativos a actuar ante cualquier indicio de acoso, con seguimiento directo de la Inspección.
Reacción de la familia y del entorno
El tío de la menor explicó que, pese a las advertencias, el colegio solo accedió a separar a Sandra de las tres compañeras señaladas como responsables del acoso, tras una petición expresa de la madre.
“No aplicaron ningún protocolo, se limitaron a cambiarla de clase”, denunció el viernes.
En el entorno del centro han aparecido en los últimos días pintadas en los muros de las Irlandesas de Loreto exigiendo justicia por la joven.
El suceso ha generado un fuerte debate social sobre la eficacia de los protocolos escolares y el papel de los centros concertados ante los casos de acoso