En el marco de las negociaciones por el Proyecto de Ley de creación de la Agencia de Salud Pública, aprobado definitivamente el pasado julio, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) arrancó al Gobierno el compromiso de revisar desde varios flancos la normativa de veterinarios. Y ese momento ha llegado.
La ponente del Grupo Republicano, Etna Estrems, acordó con el Ejecutivo la puesta en marcha de una subcomisión en el seno de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados para abordar la profesión veterinaria.
Según ha podido saber Demócrata, ERC solicitará que “en breve” el Pleno del Congreso de los Diputados vote la constitución de la subcomisión. Según fuentes del grupo, no se ha hecho antes porque primero debían terminarse los trabajos de la subcomisión de Salud Mental, cuyas conclusiones ya recibieron el visto bueno de la Cámara Baja.
El gatillo para dar el pistoletazo de salida lo tiene Sumar, ya que aunque ERC lo tiene pactado con los dos grupos que conforman el Gobierno, la cartera de Sanidad pertenece a una ministra magenta, Mónica García.
¿Cómo se pone en marcha una subcomisión?
Dado que el Reglamento de la Cámara Baja no contempla la creación ni el régimen de funcionamiento de una subcomisión, la Presidencia del Congreso emitió una resolución el 26 de junio de 1996 para clarificarlo.
Así las cosas, se estableció que será el Pleno el que pueda acordar la creación de subcomisiones en el seno de las comisiones de la Cámara. No procede debate en Pleno y debe proponerla la Comisión en la que la subcomisión vaya a constituirse.
La iniciativa para que una Comisión proponga al Pleno la creación de una Subcomisión podrá ser presentada por un Grupo parlamentario o por la quinta parte de los miembros de aquélla. Dicha iniciativa será examinada y votada por la Comisión, pudiendo los Grupos parlamentarios intervenir para fijar su posición por un tiempo máximo de diez minutos.
La Comisión, en su propuesta de creación, someterá a la aprobación del Pleno la composición, las reglas de organización y funcionamiento, y el plazo de finalización de los trabajos de la Subcomisión.
Una subcomisión para una reforma integral
Desde ERC ven la subcomisión como una herramienta muy útil porque obliga a armar y votar unas conclusiones. Este organismo serviría para abordar la profesión veterinaria desde varios flancos.
El primero y que más ha agitado a los facultativos es la aplicación desde el pasado 1 de enero del polémico Real Decreto 666/2023, de 18 de julio, por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios.
Se trata de una iniciativa destinada a adaptar la normativa nacional al nuevo Reglamento europeo, cuya aplicación es directa, además de pretender regular las condiciones y requisitos para la distribución, dispensación y venta a distancia, prescripción y uso de medicamentos veterinarios.
Su objetivo, en términos generales, es garantizar un uso prudente y responsable de los mismos a lo largo de la cadena de distribución, teniendo como propósitos principales la lucha contra las resistencias antimicrobianas y la reducción de la necesidad de uso de los medicamentos antimicrobianos; en sintonía con la estrategia “De la granja a la mesa” para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente.
El RD restringe la prescripción, dispensación y el uso de microbianos e impone el uso del sistema Presvet, una herramienta digital en la que los veterinarios están obligados a registrar todas las prescripciones de antibióticos que realizan. Este sistema permite a las autoridades comprobar, en tiempo real, qué tratamientos se han aplicado, en qué cantidades y con qué principios activos, facilitando así la trazabilidad y el control efectivo del uso de antimicrobianos en el sector ganadero.
Un informe de la Comisión Europea avaló el modelo, pero los facultativos veterinarios siguen considerando que entorpece su labor y anula el criterio clínico.
ERC logró incluir una enmienda en el Proyecto de Ley de la Agencia Estatal de Salud Pública para comprometer al Gobierno a negociar una posible revisión del Real Decreto en un plazo de seis meses. Además, se incorporó otra enmienda para permitir a los veterinarios dispensar tratamientos en dosis fraccionadas.
La subcomisión serviría para dar soporte a los trabajos y canalizar esta y otras posibles reformas. El Grupo Republicano quiere también que se aborden otras cuestiones como el hecho de que no se consideren sanitarios a los facultativos veterinarios, el IVA veterinario o cómo mejorar la coordinación para evitar problemas derivados de que el sector dependa de dos ministerios diferentes, por un lado, Sanidad, y por otro, Agricultura, Pesca y Alimentación.