Con 172 votos en contra, 7 abstenciones y 171 a favor, el Congreso ha rechazado la enmienda introducida por la mayoría absoluta del PP en el Senado al Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible para suprimir el cierre de las nucleares. La abstención de Junts, que ha mantenido la incógnita hasta el último momento, ha sido determinante para evitar la derrota del Gobierno.
En los últimos días todas las miradas estaban puestas en los de Carles Puigdemont, que optaron por rehuir la polémica mediante voto de silencio. Ya lo había advertido su diputado Isidre Gavin desde la tribuna: «Voy a hablar de aquellas enmiendas que hacen referencia a la movilidad sostenible, se lo digo ya». Así ha sido, ni una sola referencia a las nucleares en todo su discurso.
Aunque la Ley de Movilidad Sostenible ha sido una de las iniciativas más trabajadas por todos los grupos, la enmienda del PP sobre las nucleares ha conseguido desviar el foco de atención. De hecho, una de las críticas más compartidas entre todos los grupos, incluido Vox, ha sido la forma en la que el PP ha puesto sobre la mesa este debate.
Mikel Otero (EH Bildu) ha acusado al Senado de actuar con «arbitrariedad», al permitir incorporar al proyecto una enmienda que «carecía» de conexión con la materia abordada y que además, aspiraba a que mediante una ley se revoque un acto administrativo firme.
«Irregular y chapucera»
La vía escogida por el PP, ha sido calificada por el abertzale como «irregular y chapucera». También, desde EH Bildu han criticado que la enmienda pusiera diferentes condiciones entre las centrales.
En este sentido, ha señalado que mientras la central de Almaraz (Cáceres) iba a poder solicitar la prórroga sin más exigencias, la central de Ascó (Tarragona) y Cofrentes (Valencia) tendría que incluir en la solicitud informes sobre cuestiones de seguridad, compromisos de revisiones periódicas o planes de gestión de residuos.
Eloi Badia, de Sumar, ha querido recordar, que con independencia del resultado de la votación, la jurisprudencia ya había reconocido que la competencia para prorrogar las licencias de las centrales nucleares es exclusiva del Gobierno: «Tiene plena legitimidad para potenciar las renovables o reducir la dependencia nuclear…».
Para argumentar su voto en contra, desde Sumar, han señalado que esta enmienda ponía en riesgo la planificación para sustituir la energía nuclear por las renovables. Además, ha insistido que las centrales no pueden garantizar la estabilidad del sistema y que iba a poner en riesgo millones de inversiones previstas en energía renovable hasta 2030.
Otro de los puntos negros que ha identificado Badia ha sido la viabilidad económica del cierre. El diputado de Sumar ha afirmado que de haber salido adelante, se habría roto el acuerdo por el cual los costes de desmantelamiento y la gestión de residuos eran asumidos por las eléctricas. En todo momento, Badia ha pedido al Gobierno que se mantenga firme con su política energética.
Por la transición nuclear
En el turno de ERC, Inés Granollers también ha criticado que el debate se ponga sobre la mesa en una ley que «nada tiene que ver». Además, ha acusado al PP de jugar con la angustia de los trabajadores de las centrales nucleares y le ha reprochado a la bancada popular, que cuando en el pasado ellos han traído iniciativas relativas a la defensa de estos trabajadores, se situaran en el «no». Granollers también le ha pedido al PSOE que «hagan su trabajo en transición nuclear».
La diputada del PSOE Laura López Zamora simplemente ha expresado la postura contraria de su grupo asegurando que el PP ha actuado «sin rubor, sin informes técnicos, y sin pensar en la gente».
Por su parte, el PNV no ha hecho ninguna alusión y su diputada Nerea Renteria se ha limitado a defender las enmiendas del Grupo Vasco que fueron introducidas en el Senado.
Se han quedado solos en el sí
Aunque la enmienda ha logrado 171 votos a favor, el PP se ha quedado solo defendiendo la medida. En su turno, Ana Martínez Labella ha pedido al Gobierno dejar atrás el bloqueo ideológico y la «defensa numantina» por el cierre de las nucleares. «Empresas, sindicatos, ayuntamiento y este parlamento les piden que rectifiquen», una afirmación que concluida la votación ha quedado anticuada al no lograr el respaldo de la Cámara Baja, como preveían en las filas populares.
En palabras de la diputada popular, con su enmienda el Grupo Popular perseguía garantizar el suministro energético y contribuir a una factura de la luz más barata.
Por su parte, Vox, que ha sido el único grupo que ha apoyado la iniciativa, en su intervención solo se ha referido a ella en una ocasión para tacharla de «enmienda intrusa».
