El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha dado luz verde, tras una propuesta de BComú, a una moción que busca prohibir la participación de Israel en las actividades y congresos en la ciudad.
Esta medida, que ha contado con el respaldo del gobierno local, se ha aprobado este viernes con votos a favor de PSC, BComú y ERC; la abstención de Junts y el rechazo de PP y Vox.
Declaraciones y posicionamientos
Maria Eugènia Gay, segunda teniente de alcalde, ha expresado que la obligación del Ayuntamiento “siempre va más allá de la institucional y más cuando la dignidad de las personas y su vida se ve quebrada”.
“Lo hemos vuelto a demostrar con el Distrito 11 y nuestro voto favorable responde a una línea política de una Barcelona comprometida con la paz y la justicia”, agregó Gay.
Janet Sanz de BComú ha reiterado su llamamiento a que Barcelona “debe hacer todo lo posible y necesario para presionar al estado genocida de Israel”, abogando por excluir al país de futuros congresos organizados en la metrópoli.
Rosa Suriñach de ERC, ha respaldado la moción argumentando que “el boicot internacional es una herramienta justa en casos extremos” y destacando el impacto positivo que podría tener la decisión de Barcelona.
Por otro lado, Neus Munté de Junts ha preferido la diplomacia, señalando que el boicot puede ser ineficaz y contraproducente para Barcelona. Juan Milián del PP ha criticado la moción calificándola de “equivocada y deshonesta”, por no mencionar los crímenes de Hamás. Gonzalo de Oro de Vox ha calificado la propuesta como surrealista al considerar que no aborda los verdaderos problemas de los ciudadanos de Barcelona y constituye un autoboicot para la ciudad en eventos significativos.