El Consistorio de València ha extraído más de 111 toneladas de residuos y vegetación que se habían acumulado en el nuevo cauce del Turia, tras su paso por el término municipal de la ciudad, llevados hasta allí por la dana que el 29 de octubre pasado causó inundaciones en diversas localidades de la provincia.
Estas tareas de saneamiento se efectuaron en la sección este del nuevo cauce, a lo largo de un segmento de 2,3 kilómetros. Las labores fueron realizadas por una de las contratas de la ciudad, Agricultores de la Vega de València (SAV).
En este proceso se eliminaron los residuos que se habían acumulado en los pilares de los seis puentes de ese segmento, situado entre la carretera CV-400 y la V-31 (Pista de Silla), y «elementos impropios del nuevo cauce» que también habían quedado en su lecho a consecuencia de la dana.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, visitó estos trabajos este martes, coincidiendo con la conclusión de sus últimas etapas. «Una de las cuestiones más esenciales en las que hemos trabajado durante estos meses de verano desde el Ayuntamiento ha sido la prevención» en preparación para el próximo otoño y posibles lluvias, indicó Catalá.
Además, enfatizó que «una de las cuestiones que más preocupaba» a su equipo «era la falta de limpieza del actual cauce del río Turia», un lecho «que ha sufrido la llegada de todo tipo de residuos durante la dana». Catalá destacó que esos restos «permanecían en este momento» en ese lugar, mientras que el municipio observaba «con preocupación» este escenario.
Por ello, esta intervención del Ayuntamiento de Valencia buscaba «asegurar la correcta evacuación de las aguas pluviales ante un nuevo evento de precipitaciones fuertes como el que generó la dana del pasado otoño».
La alcaldesa recordó que el ayuntamiento comunicó a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que «ante la posibilidad de nuevas lluvias esta zona debía estar absolutamente limpia».
María José Catalá mencionó que en julio se dirigió a la CHJ para transmitir ese mensaje y destacó que «visto que no había iniciado los trabajos de limpieza o que lo que había iniciado era bastante escueto», solicitó «permiso para que fuera el mismo Ayuntamiento, aunque no es competencia municipal, el que procediera a esa limpieza».
Finalmente, se otorgó la debida autorización al consistorio para llevar a cabo esas tareas. «Coordinamos unos trabajos de limpieza y hemos retirado 111 toneladas de residuos», agregó Catalá.
En estas tareas participaron nueve personas, incluyendo un ingeniero forestal, dos oficiales y cuatro especialistas forestales, con el apoyo de cinco vehículos, tres motosierras, dos desbrozadoras forestales y dos equipos de protección antiincendios.
La eliminación de los residuos se realizó en dos etapas, del 5 al 15 y del 18 al 26 de agosto. «Se ha trabajado durante todo el mes de agosto», subrayó Catalá, señalando que para su gobierno era «fundamental llegar al mes de septiembre con esta limpieza realizada».
Esta primera semana de septiembre se están finalizando los trabajos, como también detalló la primera edil. «Vamos a continuar durante esta semana. Se van a ver los últimos trabajos para retirar todo aquello que es impropio del cauce del río», aseguró.
«La posición y la presión del Ayuntamiento de València ha tenido sus frutos. Hoy podemos ver cómo este cauce ya está en la fase última de la limpieza», consideró María José Catalá. Aclaró que quedan cañas, pero precisó que estas son «elementos propios del cauce».
La alcaldesa explicó que los trabajos de limpieza asumidos por el consistorio tienen un coste de más de 50.000 euros. «Y vamos a remitir la factura a la CHJ», precisó.
Los desechos retirados han sido principalmente vegetales, ramas y troncos de gran tamaño que quedaron en el lecho del río y sobre los pilares de los seis puentes en el área de actuación de la administración municipal. Entre los residuos retirados también hay plásticos, lonas y gomas de riego, además de hierros y el remolque de un vehículo, detalló uno de los técnicos responsables de las labores de limpieza.
Igualmente, comentó que estos son unos «trabajos complicados» que se han realizado con mucho cuidado, tanto por las características del terreno como por el polvo que levantan estas labores, procedente del lodo depositado por la dana. «Todo se está realizando con la supervisión de los técnicos, con la mayor de las diligencias y con la vista puesta en que la capacidad del cauce vuelva a ser la que tenía el 29 de octubre», resaltó.
3.500 METROS CÚBICOS POR SEGUNDO
En la noche del pasado 29 de octubre, el agua evacuada por el nuevo cauce del río Turia como resultado de la dana alcanzó un caudal de 3.500 metros cúbicos por segundo y provocó el arrastre generalizado de los restos citados, «elementos impropios del cauce que dificultaban el correcto funcionamiento de evacuación».
FASES
Tras tener autorización de la CHJ, esta administración municipal ha realizado la limpieza en tres fases. Primero, con el desramado, troceado y apilado en el lugar de generación de los restos verdes existentes en los pilares de los puentes. Esto lo llevó a cabo un equipo compuesto por dos oficiales y dos especialistas forestales equipados con motosierras forestales y otros medios auxiliares.
Posteriormente, se extrajeron los restos verdes desde el lugar de generación hasta el borde del camino existente mediante tractor forestal con cabestrante de 8 tm y 100 metros de cable de acero, lo que permitió acceder a todos los pilares. Y finalmente, se procedió a la carga y transporte a planta de valorización de los restos depositados junto al camino existente mediante camión pulpo de 8 tm.
«INCREMENTAR LA CAPACIDAD»
Catalá añadió que si la CHJ «quiere encauzar barrancos hacia el nuevo cauce del Turia tendrá que garantizar o incrementar la capacidad» de este lecho.
«No vale con hacer parches, no vale con encauzar barrancos –como La Saleta y el Poyo–» sin tener eso en cuenta, dijo la alcaldesa, que señaló que si se plantea eso «tendrá que ser con una visión y unas infraestructuras globales e incrementando la capacidad del vaso del nuevo cauce siempre» para «garantizar la seguridad». «No tiene sentido que se encaucen más aguas con la misma capacidad que el 29 de octubre», añadió.











