Desde mayo, el protocolo del Ayuntamiento de Madrid, que ha sido criticado por ser contrario al sentido común, ha resultado en el cierre del Retiro y otros ocho parques distintivos de la ciudad en diez ocasiones, lo que solo representa un 1% del tiempo según cálculos del gobierno local, durante los cuales se ha registrado la caída del 80% de las ramas.
El 2 de julio, una mujer resultó gravemente herida al caerle un árbol cuando salía de su edificio en Moncloa-Aravaca. A pesar de haber sido inspeccionado en febrero, se descubrió que el árbol estaba podrido internamente, un problema que pudo haber sido exacerbado por el calor y el viento fuerte en Madrid. Otra incidencia similar ocurrió el 30 de mayo en Carabanchel, dejando a un joven en estado crítico.
Las condiciones de calor extremo y viento son particularmente peligrosas para los árboles en los parques, que muchos ciudadanos consideran oasis refrescantes durante el verano. El alcalde José Luis Martínez-Almeida ha expresado comprensión ante la frustración ciudadana por los cierres, pero ha enfatizado que el 80% de las caídas de ramas ocurren durante estos cierres. ‘El 80% se ha producido en menos del 1% de días que está cerrado el parque del Retiro al año’, ha reiterado, citando datos del delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.
Carabante, tras discusiones con los grupos municipales, ha defendido la eficacia del protocolo actual y ha rechazado la idea de zonificar el Retiro. Además, ha resaltado los esfuerzos para mantener el parque abierto tanto como sea posible, dado que el 68% de los árboles son de edad avanzada y que el año pasado se registraron 66 caídas de árboles y ramas debido al calor.
El protocolo, que se activa según ciertos criterios meteorológicos y que fue aprobado en 2014 y endurecido en 2019 tras la muerte de un niño, sigue siendo un tema de debate entre los diferentes partidos políticos que buscan diferentes formas de mejorar la seguridad sin cerrar completamente estos espacios vitales durante el verano.