El PP rechaza la baliza V16 y denuncia su impacto económico
El Partido Popular ha mostrado su rechazo a la baliza V16 que la Dirección General de Tráfico (DGT) exigirá como único sistema de preseñalización de vehículos averiados o accidentados a partir del próximo 1 de enero, en sustitución de los tradicionales triángulos de emergencia.
En un videocomunicado remitido a los medios, el eurodiputado y dirigente popular Esteban González Pons ha criticado la medida por considerar que supone un coste directo para los conductores. Según sus cálculos, la adquisición de la baliza podría rondar los 40 euros por vehículo, una cantidad que, a su juicio, no debería recaer sobre las familias si se trata de una exigencia de seguridad vial.
Críticas a la recaudación y a la falta de exigencia europea
González Pons ha asegurado que España será el único país que impondrá este dispositivo de forma obligatoria y ha subrayado que, según el PP, no se trata de una exigencia de la Unión Europea.
En ese contexto, ha denunciado que el Gobierno podría recaudar alrededor de 300 millones de euros en concepto de IVA derivados de la compra de las balizas.
El dirigente popular ha enmarcado la medida dentro de una política fiscal que considera injustificada y ha vinculado el impacto económico de la obligatoriedad de la V16 con una mayor “desafección democrática”, según ha expresado en su mensaje.
Petición de elecciones anticipadas
A partir de estas críticas, el PP ha ido más allá del debate técnico sobre seguridad vial y ha reclamado la convocatoria de elecciones anticipadas, argumentando que los ciudadanos no deberían asumir nuevos costes que, en su opinión, no están suficientemente explicados por el Ejecutivo.
La baliza V16 conectada sustituirá a los triángulos de emergencia desde enero y será obligatoria para la mayoría de los vehículos, una medida que la DGT defiende como un avance en seguridad al permitir señalizar incidencias sin que el conductor tenga que abandonar el vehículo.