La organización Covite, que representa a víctimas del terrorismo en el País Vasco, ha emitido una crítica severa contra la concesión de beneficios penitenciarios a cuatro integrantes de ETA, quienes aún mantienen lazos con la izquierda abertzale (IA). Los señalados son Gurutze Agirresarobe Pagola, Itziar Alberdi Uranga, Jurdan Martutegi Lizaso y Juan Jesús Narváez Goñi, quienes según Covite, no cumplen con los requisitos de arrepentimiento para esta medida.
Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite, en un comunicado enfatizó que estos individuos continúan siendo reconocidos públicamente por grupos como SARE y figuran en las listas de Etxerat como ‘presos políticos’. ‘Pese a ello, el Gobierno vasco ha aprobado su progresión al tercer grado, ignorando la exigencia legal de mostrar signos inequívocos de arrepentimiento’, lamentó Ordóñez, quien sostiene que la asociación con la izquierda abertzale es incompatible con el arrepentimiento.
Según el Observatorio de Covite, Agirresarobe Pagola ha sido altamente visible en actos de la izquierda abertzale, con múltiples apariciones en Hernani y en el barrio de Añorga en San Sebastián. Por otro lado, Alberdi Uranga, Martutegi Lizaso y Narváez Goñi han sido presentados en eventos en Durango y han sido mencionados en actos políticos, evidenciando su continua vinculación con la izquierda abertzale.
Ordóñez también destacó la aparición de Narváez Goñi en eventos de SARE en Pamplona, criticando la campaña que promueve la liberación de los prisioneros de ETA. Para la presidenta de Covite, estas acciones demuestran una ‘amnistía encubierta’ por parte del Gobierno vasco, acusando a las autoridades de validar cartas de arrepentimiento que contrastan con las acciones públicas de los etarras.
Finalmente, Ordóñez denunció que la estrategia de concesión de terceros grados parece diseñada para vaciar las cárceles de miembros de ETA sin requerirles el cumplimiento de la ley, en lo que considera un grave atropello al Estado de Derecho y una falta de respeto hacia las víctimas del terrorismo.