QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
Y el espíritu de la Navidad hizo su efecto. El pasado miércoles, políticos, asesores y periodistas, se dieron cita en la tradicional cena y gala de premios de fin de año de la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP). En un ambiente distendido, los profesionales que cubren información en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo, reconocieron la labor y las actitudes de los parlamentarios.
La velada, que tuvo lugar en el Hotel Palace a escasos metros del Hemiciclo, sirvió para dejar al lado la polarización por unas horas tras un curso político muy intenso. Reinó el buen ambiente, la concordia y los reproches a los que nos tienen acostumbrados sus Señorías fueron acompañados por carcajadas en vez de abucheos.
Como también es habitual, para amenizar la cena, la APP proyectó una serie de videos que mostraban la faceta más humana de los diputados. A modo de trivial, parlamentarios como Patxi López (PSOE), Esther Muñoz (PP), Enrique Santiago (Sumar), Gabriel Rufián (ERC), Oskar Matute (EH Bildu) o Cristina Válido (Coalición Canaria) tuvieron que hacer frente a preguntas de lo más variadas:
- ¿Cuánto cuesta un desayuno en el Congreso?
- ¿A qué hora se termina un Pleno si hay partido del Real Madrid?
- ¿Con qué diputado se iría a cenar?
La alegría fue por barrios
Otro de los momentos clave de la noche fue la entrega de los galardones. Este año el «gordo», el premio Emilio Castelar al mejor orador, fue para Cayetana Álvarez de Toledo (PP). Sin embargo, Álvarez de Toledo no pudo recogerlo porque se encontraba en Oslo, donde la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, recibía el Premio Nobel de la Paz.
Para las filas del Grupo Popular, también se fue otro de los reconocimientos más «dulces»: mejor relación con la prensa. El premiado fue Borja Sémper (PP), que aunque no pudo estar en la gala por su tratamiento contra el cáncer, recibió una ovación unánime. Además, a través de una compañera de bancada, transmitió palabras de agradecimiento para todos los profesionales de la prensa.
Más «amargo» es el premio «castigo para la prensa» que cayó en manos de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. La vicepresidenta no estaba presente, así que la encargada de recogerlo fue la portavoz de Sumar, Verónica M. Barbero. «Va a hacer los offs más cortos, si os lo creéis ya es cosa vuestra”, afirmó en su nombre entre risas y aplausos.
Azotes independentistas
En esta 31º edición, el premio «azote del Gobierno» fue para la portavoz de Junts, Miriam Nogueras. Sin duda la «cara» de la ruptura entre la formación de Carles Puigdemont y el PSOE, que tantos titulares ha generado este año.
Por contra, el premio «azote de la oposición» se lo llevó Rufián (ERC), quien al recogerlo se entregó a la ironía: «Le agradezco mucho a mi grupo parlamentario, el PSOE…, no, es broma”. “Gracias a mi compañero Bolaños, a mi jefe, Patxi López, que estamos formando un partido…”, añadió el portavoz republicano suscitando carcajadas en todas las mesas.
De revelaciones fue la cosa
La portavoz del PNV, Maribel Vaquero, se hizo con el galardón de diputada revelación. Vaquero se ha estrenado como parlamentaria esta legislatura y tras la salida de Aitor Esteban de la Cámara Baja, fue encumbrada portavoz del Grupo Vasco.
En el Senado, la afortunada ha sido María Mar Caballero (UPN), que ha logrado hacerse un hueco mediático en la Cámara Alta con sus intervenciones en la Comisión de Investigación del ‘Caso Koldo’.
Por su parte, Carla Antonelli (Más Madrid-Sumar), fue elegida senadora del año y Javier López (PSOE) eurodiputado del año.
La APP también otorgó el premio «Montse Oliva al Cronista Parlamentario del año» a Xosé Hermida (El País), que acumulaba ya tres nominaciones.
