El alcalde de León, el socialista José Antonio Diez, ha reiterado que está dispuesto a enfrentarse “a quien sea”, ya sean cargos del PSOE o de cualquier otra formación política, con el objetivo de proteger los intereses de los vecinos a los que representa. En este sentido, considera “un acto de valentía” mantener una postura crítica dentro de su propio partido, el PSOE.
“Yo estoy para representar a todos los leoneses y, por tanto, en esa defensa me tengo que enfrentar y me enfrentaré a quien sea, sean de mi partido, sean de otro, sean de donde sean”, ha afirmado, subrayando que su prioridad es la defensa de los intereses del conjunto de la ciudadanía leonesa.
“Estoy aquí para defender los intereses de todos los leoneses: de los que me votan, de los que no me votan, de los que les parece bien lo que hago, los que no; de los que les que caigo bien o de los que no, es igual”, ha añadido, remarcando que su compromiso se extiende a todos los habitantes de la ciudad, con independencia de su opinión sobre su gestión.
Para Diez, la protección de los leoneses debe situarse por encima de la disciplina de partido. Ha admitido que “evidentemente enfrentarte a los tuyos es más complicado y tiene más riesgo”, y ha querido trasladar a la ciudadanía que, mientras ocupe la Alcaldía y cuente con el respaldo de los votantes, pondrá siempre a León por delante de las siglas.
En una entrevista reciente concedida a Europa Press, José Antonio Diez ha reconocido que es “muy crítico” dentro de su propio partido, el PSOE, y ha señalado que esta actitud es “sin duda” un gesto de valentía en el contexto político actual.
“Encontronazos” con la dirección del partido
El regidor ha recordado que esta postura crítica “se demostró claramente” en 2022, cuando mantuvo varios “encontronazos” con Ábalos, Koldo o Cerdán. Ha explicado que “evidentemente la mayoría del partido se puso en mi contra inmediatamente para intentar eliminarme con estrategias que no corresponden a ningún partido democrático”.
En esta línea, ha reconocido que “sí es cierto que enfrentarte a tu partido tiene consecuencias, normalmente personales, para quien lo hace”, y que este coste desincentiva la discrepancia interna.
Diez sostiene que en la actualidad “no hay crítica” dentro de las formaciones políticas. A su juicio, “es aburrido ir a cualquier órgano de un partido donde cada uno que sale a criticar tenuemente, porque si sehace más fuerte, aunque sea internamente, sabe que puede tener sus consecuencias”, ha apuntado, aludiendo al miedo a las represalias.
“Hacía recapacitar al líder”
En este contexto, ha explicado que en las pocas ocasiones en las que se expresa una crítica de forma pública, como en su caso, “salen luego 100 intervenciones diciendo lo contrario y apoyando al que manda”, algo que, según ha recordado, antes no ocurría: “Casi no se permitían las intervenciones a favor del que gestionaba; lo que se buscaba era la crítica, por lo tanto había una crítica dura, muchas veces constructiva, pero que hacía recapacitar al líder. Hoy no”, ha lamentado.
Sobre esta cuestión, ha insistido en que, en la actualidad, si surge una voz “que no le gusta oír al líder”, de inmediato “salen 200 a poner a escurrir al que lo dijo y todo sigue igual”. Por ello, ha recalcado que, en su opinión, no existe una verdadera cultura de crítica interna en los partidos políticos en general.