Luchando por asegurar un segundo paso, el Gobierno tropezó en el primero. Apenas unas horas después de certificar el fin del veto del Senado a la senda de estabilidad presupuestaria, el Congreso tumbó los objetivos de déficit y deuda para los próximos tres años.
La senda de estabilidad presupuestaria es considerada el primer paso de la tramitación presupuestaria y, en la situación de debilidad parlamentaria del Gobierno de coalición, la votación era una piedra de toque para armar una nueva mayoría presupuestaria.
SENDA DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA 2025-2027 Sí: 171 (PSOE, Sumar, ERC, EH-Bildu, PNV, Podemos, BNG, Coalición Canaria). No: 178 (PP, Vox, Junts, UPN). Abstención: Ninguna.
No podía fallar ningún socio y Junts dio un portazo. Los independentistas catalanes justificaron su voto en contra por la baja ejecución de las inversiones presupuestadas en Cataluña durante los últimos años en relación al resto de comunidades.
“O entienden que esto no puede ser o vayan buscando otros caminos sin Junts para aprobar sus Presupuestos”, retó Josep Maria Cruset en el Pleno. Antes había anunciado a los medios de comunicación el voto en contra de los siete diputados de Junts, emplazando al Ejecutivo a revertir los datos de baja ejecución.
Monste Mínguez, del PSC, se preguntó qué había cambiado desde el mes de enero, cuando Junts sí apoyó una senda de estabilidad con menos margen fiscal para las comunidades autónomas, atribuyendo esta situación a la gobernabilidad en Cataluña que apuntan a una presidencia de su partido.
La vicepresidenta de Hacienda, María Jesús Montero, cargó contra los ‘populares’ recordando que las comunidades gobernadas por este partido no habían votado en contra del objetivo de déficit propuesto, sino que se habían abstenido al dejar un mayor margen fiscal.
Pedro Puy, portavoz fiscal del PP, explicó el voto en contra por la «baja credibilidad» de las cifras expuestas por Montero, los riesgos de la sostenibilidad a medio plazo de las cuentas y la «perversión» en el proceso legislativo para reformar la ley y eliminar el voto en el Senado. El PP ya ha avanzado que recurrirá ante el Tribunal Constitucional la reforma.
El rechazo de la senda de estabilidad obliga al Gobierno a presentar una nueva propuesta en el plazo de un mes, según establece la propia Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Fin al veto del Senado
Paradójicamente, en el mismo Pleno del Congreso que rechazó los objetivos de déficit y deuda, el Gobierno lograba acabar con el veto del Senado a esta senda, al modificar la citada Ley de Estabilidad.
Esta modificación, para permitir al Congreso revertir con mayoría simple un eventual rechazo del Senado a la senda de estabilidad, fue incluida en el proyecto de ley de representación paritaria.
La Cámara Baja votó este martes los cambios realizados por el Senado a esta normativa. El PP, con su mayoría absoluta en la Cámara Alta, había logrado eliminar esta enmienda, y el Congreso recuperó la redacción con la que fue aprobada hace semanas.