El Consejo de Ministros aprobará este martes una reforma del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal con el objetivo de dotarlo de mayor autonomía, eliminando cualquier sobra de partidismo o sometimiento al Ejecutivo.
La principal novedad del anteproyecto es que el mandato del Fiscal General del Estado será superior al del Gobierno, con cinco años frente a los cuatro del Ejecutivo, tal y como ha adelantado El País y ha podido confirmar Demócrata. De esta manera, al no cesar de manera conjunta, el nuevo Gobierno se encontraría un Fiscal General heredado.
Los cinco años no podrán ser renovables y, si el Fiscal General cesa por algún motivo, el mandato de su sucesor no podrá dilatarse más allá de lo que restaba para el lustro. Es decir, si el primero llevaba en el cargo tres años, el segundo no podrá superar los dos.
La iniciativa también entra a regular las relaciones entre el Gobierno y el Fiscal. Este último no podrá recibir instrucción del Ejecutivo ni ser convocado al Consejo de Ministros. Además, cualquier comunicación debe ser por escrito, será registrada y se hará pública.
Fuentes del Gobierno explican que se trata de una reforma en línea con lo que venía demandado el Grupo de Estados contra la Corrupción (Greco), que tiempo ha que abunda en la necesidad de reformar el Estatuto del Ministerio Fiscal para reforzar su autonomía.