La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ya lo advirtió a principios de mes: «El escenario planteado es o presupuestos para el futuro o que el futuro lo decidan o lo elijan los ciudadanos extremeños». Ante la posibilidad de no aprobar unas cuentas por la falta de acuerdo con Vox, Guardiola solo baraja una salida: adelanto electoral.
Ayer finalizaba el plazo de los grupos parlamentarios para presentar enmiendas a la totalidad a los presupuestos y tanto PSOE como Vox han dado el paso. Una decisión, que podría terminar de avocar a los extremeños a las urnas. Si la presidenta disuelve el parlamento esta semana, los comicios se celebrarían antes de acabar 2025. Extremadura se convertiría así en el punto de partida del nuevo ciclo electoral, al que seguiría Castilla y León en febrero, y Andalucía en verano (salvo que Juanma Moreno también diera el paso y adelantase las elecciones).
Claves de un adelanto
Cabe precisar que cuando Guardiola disuelva la Cámara y se publique en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), el Gobierno no queda en funciones, sino que seguirá con plenos poderes hasta el día siguiente de las elecciones.
Unas elecciones, cuya fecha habrá de estar fijada en el decreto de disolución de la Asamblea. Teniendo en cuenta que ha de haber un plazo de 54 días entre la convocatoria y la celebración de las elecciones. Por ejemplo, si Guardiola anunciará el martes la convocatoria y el decreto se publica el miércoles, las elecciones serían el 21 de diciembre.
¿Y después de las elecciones?
Transcurridos 15 días desde la celebración de las elecciones, deberá constituirse la nueva Asamblea y en esa sesión se elegirá a los miembros de la Mesa. En los 3 días siguientes, conforme al Reglamento se celebrará la solemne sesión de apertura de la nueva Legislatura. Como marca la norma, la sesión de investidura se celebraría 15 días después de la sesión constitutiva.
Para ser investido presidente, en primera votación, se requiere mayoría absoluta, es decir, el apoyo de 33 de los 65 parlamentarios. De no alcanzar la suma exigida, se celebraría otra sesión 48 horas después, en la que bastaría con mayoría simple (más síes que noes).
Si ningún candidato logrará los apoyos necesarios, se disolvería la Asamblea y se convocarían nuevas elecciones.
















