La Fundación Fernando Buesa y Covite han expresado su preocupación este jueves al evidenciar que “el odio y la radicalización violenta” continúan presentes en el País Vasco.
Según han indicado, pruebas de esta situación son actos como la destrucción de placas conmemorativas de víctimas de ETA en Durango (Vizcaya) y ataques a la sede del PP en Bilbao, además de grafitis y pancartas con amenazas e insultos hacia miembros del PSE-EE, incluyendo a su secretario general, Eneko Andueza, y al consejero del Gobierno Vasco, Denis Itxaso.
Mediante un comunicado en la red social X, la Fundación Fernando Buesa ha manifestado que estos incidentes “son muestras evidentes de que los discursos del odio siguen presentes” en la región, y que es crucial “denunciar y condenar estos hechos sin matices”.
Tanto la Fundación Fernando Buesa como Covite han emitido una “más enérgica denuncia y condena” frente a estos sucesos. “El odio y la radicalización violenta no han desaparecido en esa parte de la sociedad vasca que sigue legitimando el terrorismo de ETA. Las instituciones públicas ignoran esta realidad, con el peligro que ello supone”, han destacado.











