Los colaboradores del PSN en el Gobierno de Navarra, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, han reiterado este lunes su solicitud de ‘responsabilidades políticas’ después de que la Intervención General emitiera un reparo suspensivo al aumento de costos en las obras de Belate, que ascendían a un sobrecoste de 8,5 millones de euros, sin precisar cómo se materializaría esta exigencia.
Esto se abordará en la sesión de seguimiento del pacto programático que se celebra esta tarde. EH Bildu, aliado en el presupuesto del Gobierno, ha calificado como ‘graves’ las conclusiones del informe de la Intervención, mientras que desde el PSN aseguran que la administración ha procedido ‘con rigor’.
El portavoz de UPN, Javier Esparza, ha criticado la actitud del PSN de ‘echar balones fuera’ en este tema. ‘Está enrocado y encubriendo la corrupción que Santos Cerdán implantó en el Gobierno de Navarra’, declaró, señalando que ‘el modificado no tiene justificación técnica, su única justificación es el interés de la UTE de Cerdán’. ‘María Chivite es una colaboradora necesaria para que se haya desarrollado una trama de corrupción en Navarra y el tiempo nos dará la razón’, añadió Esparza.
Por su parte, Ainhoa Unzu, del PSN, defendió que en relación al modificado de las obras de Belate, ‘el Gobierno de Navarra ha demostrado ser garantista y ha actuado con rigor y con pleno respeto a la normativa’. ‘El procedimiento administrativo quizás no fue el más adecuado, pero esto no impide que la ejecución de la obra se adapte a la realidad del terreno’, explicó, añadiendo que un reparo suspensivo es ‘una objeción formal de la Intervención que pausa un expediente hasta que se resuelva la discrepancia’.
Los socios de Gobierno han manifestado su preocupación y han pedido que se tomen medidas. ‘Hablaremos y buscaremos la solución más oportuna y adecuada’, aseguró la portavoz socialista sobre la ‘merma de confianza’ de los socios.











