Idoia Ribas, quien fue portavoz de Vox en el Parlamento balear, ha destapado recientemente que se le presionó para «desviar ingentes cantidades de dinero» del grupo parlamentario hacia el partido. Este anuncio llega como respuesta a las declaraciones de Ignacio Garriga, secretario general del partido, quien tildó a los diputados desertores en Baleares de «estafadores».
En una conferencia en la Cámara autonómica, Ribas, ahora sin afiliación partidaria, junto a Agustín Buades y Maite de Medrano, exconsellera insular de la formación, denunciaron un aumento no consentido del traspaso de fondos del 10 al 50 por ciento hacia el partido, orquestado por la actual portavoz, Manuela Cañadas. Ribas rechazó inicialmente esta medida cuando lideraba como portavoz, contando con el respaldo del grupo parlamentario completo.
Ribas también reveló que Cañadas tenía planes de impulsar unas elecciones anticipadas en abril de 2024, con el objetivo declarado por la dirección nacional de romper el acuerdo de investidura y provocar la disolución de la legislatura. Asimismo, mencionó conversaciones previas con el secretario general nacional, quien le habría mentido acerca de las intenciones de remover a la entonces presidenta en Baleares, Patricia de las Heras, lo que generó una grave fractura interna.
La exvocera también refirió a las dificultades enfrentadas durante las negociaciones para la investidura de Marga Prohens, describiendo el acuerdo como «peor que un mal chiste», y criticó las directrices que venían de Madrid en este proceso. Durante su intervención, Ribas acusó a la dirección nacional, incluyendo a Ignacio Garriga y a Santiago Abascal, de perseguir objetivos económicos personales a costa del partido y criticó el cambio ideológico hacia una derecha más radical y populista, en contraposición con los principios originales de Vox.