Frenazo a la propuesta de ERC de rescatar la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana

Los principales interpelados, EH Bildu y UP, rebajan las expectativas y se limitan a garantizar que analizarían la iniciativa si la impulsan

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, atiende a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso de los Diputados durante una sesión de control. Fuente EFE Zipi

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, atiende a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso de los Diputados durante una sesión de control. Fuente EFE Zipi

El pasado 14 de marzo el Gobierno de coalición asistió al ocaso de uno de sus principales compromisos de legislatura: la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana. La conocida por sus detractores como Mordaza, seguirá vigente pese a que la propuesta del PNV acumulaba tres años de tramitación parlamentaria y contaba con el consenso de los dos partidos que habitan Moncloa. Fueron los rechazos de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y de EH Bildu los que tumbaron el articulado en la comisión e impidieron que el dictamen fuera elevado al pleno por cuatro puntos de fricción. Al día siguiente, el 15 de marzo, fuentes del Grupo Republicano comenzar a agitar la idea de presentar una nueva proposición, una maniobra que no abandonan pero que ha sufrido un notable frenazo.

Esquerra avanzó que valoraban registrar una propuesta para tratar de reactivar la reforma de la ley Mordaza tras el fracaso de las negociaciones. Según fuentes, ya habían comenzado a sondear tanto a la izquierda abertzale, formación con la que guarda una sobresaliente sintonía en este asunto, y Unidas Podemos. Los morados, por su parte, defendían la propuesta del PSOE porque, aunque echaban en falta algunas cuestiones, contenía avances importantes. Sin embargo, en cuanto decayó, el grupo parlamentario se fracturó y mientras Izquierda Unida y los Comunes responsabilizaron a ERC y a EH Bildu, Podemos culpaba al PSOE por falta de ambición.

La hipotética iniciativa del Grupo Republicano quedó en stand by por la moción de censura de Vox y Ramón Tamames contra Pedro Sánchez. Ahora, ERC la ha retomado aunque, por el momento, no atesoran demasiada ayuda.

ERC insiste en que sí, que se está negociando, aunque admiten que estos últimos días han concentrado sus esfuerzos en la moción de censura y no han tenido tiempo de acercar posturas. Sin embargo, desde EH Bildu rebajan las expectativas: “Si impulsan una iniciativa ellos, la analizaremos”.

Los morados, de su lado, también confiesan la existencia de vagas conversaciones. No hay nada concreto, pero si Esquerra quiere que su proposición prospere y no sea una mera herramienta para aquilatar su discurso, necesita seducir a los morados. Y es que, ERC no tiene cupo para llevar al pleno una PL en este periodo de sesiones, pero sí podría usar el de otro, por ejemplo, el de UP, que sí tiene.

En caso de que, finalmente, Esquerra de el paso y registre su proposición de ley, esta tendría como base la última versión del dictamen más las cuatro enmiendas transaccionales presentadas a última hora junto a EH Bildu para salvar la reforma.

LOS CUATRO PUNTOS DISCORDANTES

-Pelotas de goma

-Devoluciones en caliente en Ceuta y Melilla

-Concepto de desobediencia a la autoridad

-Faltas de respeto a la autoridad

La última oferta del PSOE

Los cuatro puntos de fricción eran condición sine qua non para ERC y EH Bildu. Para desbloquear las conversaciones, los socialistas hicieron varias ofertas en las últimas semanas. Plantearon incorporar una disposición para comprometer al Gobierno a estudiar y revisar todos los materiales antidisturbios que pudieran emplearse. En ese análisis, podrían participar colectivos y la sociedad civil. Sin embargo, según el PSOE, ERC y EH Bildu se han enrocado en exigir que se haga mención explícita a las pelotas de goma. Con respecto a las devoluciones en caliente, apostaban por dejar al margen la disposición adicional que recoge un régimen especial para Ceuta y Melilla por el cual “los extranjeros” detectados en la línea fronteriza que tratan de “superar los elementos de contención fronterizo” pueden “ser rechazados” a fin de “impedir su entrada ilegal en España”. El PSOE esperaba que los socios aceptaran tratar este punto en la Ley de Extranjería para extirparla del debate, pero tanto ERC como Bildu se negaron porque no hay visos de ser modificada en lo que resta de legislatura.

En cuanto a las faltas de respeto a la autoridad y la desobediencia, ERC y EH Bildu urgían a una mayor objetivación puesto que suponen en torno al 70% de las multas a la ciudadanía, pero las propuestas literarias del PSOE no han satisfecho sus anhelos.

Las transaccionales de ERC y EH Bildu

A primera hora de la mañana del 14 de marzo, el independentismo catalán y vasco adelantó su voto negativo, pero ofreció un salvoconducto: cuatro enmiendas transaccionales que, de ser aceptadas por el PSOE, salvarían el dictamen y facilitarían su llegada al Pleno.

Sugerían añadir un nuevo apartado 4 al artículo 23 que recogiera que “las autoridades competentes deberán desarrollar protocolos específicos, de acuerdo con estándares internacionales, sobre la gestión policial de manifestaciones y reuniones, incluyendo la utilización de uso de la fuerza y material antidisturbios, en orden a utilizar siempre los medios menos lesivos para las personas y evitando aquellos que causen lesiones irreparables. Asimismo, queda prohibido expresamente el uso de los proyectiles cinéticos denominados balas de goma”.

Además de prohibir las pelotas de goma, propusieron eliminar el punto 6 del artículo 36, sobre la desobediencia. En su lugar, se añadiría un apartado al artículo 37, pasando la infracción de grave a leve. El redactado entendería por “desobediencia manifiesta y clara a la autoridad o a sus agentes en el ejercicio de sus funciones, cuando se trate de la negativa a cumplir una orden legal o ajustada a la legalidad o al ordenamiento jurídico”. También “la resistencia a la autoridad o sus agentes utilizando oposición corporal” y “la negativa manifiesta y clara a identificarse a requerimiento de la autoridad o de sus agentes, o la alegación de datos falsos o inexactos en los procesos de identificación”.

De incorporarse estas propuestas al dictamen, el apartado de desobediencia, que hubiera pasado a considerarse falta leve -como estaba en la legislación anterior-, las faltas de respeto habría quedado objetivadas pasando a ser solamente considerados los “insultos e injurias”. Además, se podría haber dejado sin efecto la sanción en caso de disculpa. Todo ello fue rechazado.

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