El candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, ha criticado a la presidenta extremeña y aspirante del PP a la reelección el 21D, María Guardiola, por dar “lecciones” al tiempo que, según ha denunciado, “tenía protegido de violencia machista” a su chófer y primo, apartado de su puesto este miércoles.
“Hace una semana la señora Guardiola nos culpaba al PSOE porque hubieran salido algunos militantes, algunos compañeros que eran abusadores y acosadores (...) Y resulta que ella mientras nos daba lecciones, ni más ni menos que su conductor, su persona de confianza, su primo, lo tenía protegido de violencia machista”, ha señalado en una entrevista en el programa de “Las mañanas de RNE”, recogida por Europa Press.
Las palabras de Gallardo llegan después de que la Junta de Extremadura decidiera cesar este miércoles al conductor de la presidenta autonómica tras conocerse que pesaba sobre él una condena por coacciones leves. Desde el Ejecutivo regional han subrayado que Guardiola desconocía tanto los hechos como la existencia de dicha condena vinculada al trabajador destituido.
En relación con las denuncias de acoso sexual que afectan a su partido, Gallardo ha reivindicado que “lo bueno del PSOE” es su política de “tolerancia cero” y que, “por suerte”, las personas señaladas ya “no están”: “No queremos a abusadores, ni a acosadores, ni a babosos en nuestras filas”.
El dirigente socialista ha añadido que “ahora empezamos a entender por qué la señora Guardiola se ha escondido después de que ha estado protegiendo a un conductor, su primo (...) y que dentro de la organización del PP parece ser que se tapaba y se protegía a los violentos frente a las víctimas, en este caso a las mujeres”.
“Soy un político limpio”
Cuestionado sobre si puede “lastrar” su campaña el hecho de afrontarla como procesado en la causa que investiga al hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez, ha contestado que se trata de “una gran mentira” y de “una denuncia falsa”, recordando que “se interpone un mes después de ser elegido secretario general y siete años después de haber sido contratado ese trabajador”.
Ha reconocido que ha atravesado este proceso con “dolor” y “sufrimiento personal, especialmente familiar”, pero lo enmarca en “la táctica de la derecha y la ultraderecha” consistente en “intentar derribar al adversario político cuando uno tiene opciones de combatirlo políticamente”. “Soy un político limpio”, ha remarcado, insistiendo en que “nunca” ha hecho “absolutamente nada” de lo que se “pueda avergonzar”.
En su opinión, “algunos creían que la mejor forma de debilitar al Partido Socialista era precisamente poner la duda sobre su candidato, pero en Extremadura nos conocemos todos (...) Nunca la ultraderecha va a lograr elegir a los candidatos del Partido Socialista”, ha afirmado.
Tras el aplazamiento a mayo del juicio por parte de la Audiencia de Badajoz, el aspirante socialista a la Presidencia extremeña ha expresado su deseo de que “ojalá hubiera estado fijado incluso antes”, sugiriendo que “probablemente” el hecho de no poder conocerse “la verdad” haya “pesado” en la decisión de convocar las elecciones autonómicas “de forma tan precipitada”. “Ojalá se hubiera celebrado antes y se supiera la verdad”, ha zanjado.