El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado la necesidad de que el Gobierno central asuma el liderazgo en un proceso de armonización técnica entre las comunidades autónomas, dejando de lado las disputas políticas, con el objetivo de mejorar la coordinación entre las diferentes regiones del país.
“Reclamo una década en la que nos sentemos las autonomías, con el Estado como elemento coordinador” y con una “agenda de armonizaciones, empezando por las técnicas, luego las legislativas y políticas”, expresó durante la celebración del 40º aniversario de la apertura de la delegación de la agencia Efe en la región.
Para García-Page, aunque el “puzle es el mismo, porque España no ha cambiado”, es crucial adoptar una “visión de conjunto”, ya que constantemente se requiere ensamblar y reensamblar las piezas. Destacó la necesidad de mejorar numerosos aspectos técnicos por “sentido común” en el ámbito autonómico, proponiendo trabajar en “50 temas”, pero manteniéndolos al margen de la política.
“Estoy diciendo que hay muchas cosas en el ámbito técnico que tendrían que mejorarse por sentido común en el ámbito autonómico”, subrayó, haciendo hincapié en la necesidad de una convocatoria formal por parte del Gobierno para evitar percepciones de conspiración entre las autonomías y los partidos políticos.
En un tono más crítico hacia las confederaciones hidrográficas, las describió como una “tortura” para todos, sugiriendo una revisión exhaustiva de su papel y funcionamiento. Además, en relación a los conflictos internacionales, propuso Toledo como sede ideal para futuras conferencias de paz, dada su historia y significado.
Al finalizar, García-Page no descartó optar a un cuarto mandato, aunque mencionó que aún necesita discutirlo con su familia, resaltando que su decisión no depende únicamente de su entusiasmo o pasión por el cargo.