El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su descontento con el reciente pacto de financiación exclusiva entre el Gobierno y Cataluña, criticando que el acuerdo parece ser una manera de «pagar favores» y «chantajes». Al mismo tiempo, dirigentes socialistas de regiones como Castilla y León o Islas Baleares han solicitado a sus líderes regionales la negociación de pactos financiero parecidos de forma bilateral.
El acuerdo, firmado este lunes, establece un nuevo modelo de financiación autonómica basado en los ingresos y no en los gastos como se hacía anteriormente, aunque aún no se han especificado cifras concretas ni fechas.
Según el convenio, Cataluña, y cualquier otra comunidad que desee adoptarlo, gestionará la recaudación de todos los impuestos, que se destinarán a un conjunto de tributos del cual el Estado extraerá los fondos necesarios para sus gastos en Cataluña, y el saldo restante será para la Generalitat.
García-Page ha criticado fuertemente la propuesta, alegando que es un medio para «pagar favores, chantajes o lo que es peor, pasos adelante en la ruptura de la unidad, que es lo mismo que la igualdad» y ha declarado enfáticamente: «Que no nos tomen por tontos», subrayando la demanda de «igualdad de oportunidades» para todos los ciudadanos independientemente de su ubicación.
LAMBÁN: «ES UN PASO GIGANTE HACIA LA SOBERANÍA PLENA DE CATALUÑA»
Javier Lambán, ex presidente del Gobierno de Aragón, ha indicado que el modelo negociado significará el fin de la «igualdad y la solidaridad entre los españoles» y «romperá la Hacienda común», viéndolo como «un paso gigante hacia la soberanía de Cataluña».
«Es lo que pagamos todos por la investidura de Illa y la debilidad extrema de Sánchez. Los españoles no podemos permitirlo», ha enfatizado Lambán.
