El Gobierno retoma la senda de los Presupuestos tras una semana de ‘impasse’ marcada por el deshielo con Podemos

El Ejecutivo concentró los esfuerzos en sacar adelante sus votaciones, lo que implicó acercarse a los morados por primera vez desde el terremoto Cerdán. La senda se espera para finales de octubre o principios de noviembre, por lo que las conversaciones se intensificarán

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados | Eduardo Parra (Europa Press).

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados | Eduardo Parra (Europa Press).

Sin pausa, pero sin prisa, el Gobierno continúa su hoja de ruta para presentar un proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2026. Los primeros contactos con algunos de los socios habituales como PNV o EH Bildu ya se produjeron, pero la pasada semana fue de impasse. El Ejecutivo concentró sus esfuerzos en sacar adelante el dictamen del Proyecto de Ley Movilidad Sostenible y la convalidación del Real Decreto de embargo de armas a Israel; una tarea que ha engrasado la relación con algunos socios y servirá para facilitar un entendimiento, al menos, de partida.

El Ejecutivo está decidido a presentar Presupuestos. Cada vez que se le pregunta a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la respuesta es un tajante “rotundamente sí”. Otra cosa será que finalmente se aprueben. Aunque es la voluntad del Gobierno y todas las partes, es decir, los socios, aseguran tener voluntad negociadora, del dicho al hecho…

El primer toque de piedra será la senda de déficit, paso previo para las cuentas. Los detalles no solo están listos, sino que algunos grupos los conocen, aunque se empeñan en obviarla y no hacen comentarios al respecto. Desde Hacienda señalan a Demócrata que María Jesús Montero no prevé llevar la senda de déficit al Consejo de Ministros de este martes. El paso lo dará “pronto”, entendiendo como tal a finales de octubre o incluso principios de noviembre. El 28 de octubre y el 4 de noviembre lideran las quinielas.

Entretanto, los contactos con los grupos se intensificarán y la pasada semana se dio un paso importante: el deshielo con Podemos.

Desde el terremoto Cerdán, los morados se acastillaron en el ‘no a todo’ y la relación era nula. Eran uno de los “huesos más duros” en palabras de fuentes de Hacienda. Inclusive, otros aliados parlamentarios como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) les pedían remar a favor del bloque de investidura, no tratar de dinamitar la legislatura a base de tumbar iniciativas. Y esto, precisamente, cambió la pasada semana, cuando Podemos cedió y votó a favor de convalidar el RD de embargo de armas.

La guinda del pastel fue la negociación para salvar el dictamen del Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, que hasta pocas horas antes de la votación, parecía condenado. Los de Ione Belarra anunciaron un acuerdo con el Ejecutivo para abstenerse in extremis a cambio de aplazar las obras de ampliación del aeropuerto de El Prat al menos hasta 2031. Pudiera parecer un pacto menor, pero lo cierto es que salvó una trabajada iniciativa con un notable impacto en diversos sectores y constituye el primer acercamiento desde el shock Cerdán.

También con Junts se han limado asperezas. Si bien la pasada semana no hubo grandes desacuerdos entre los de Carles Puigdemont y los socialistas, los catalanes solicitaron no votar el embargo de armas a Israel el martes 7 de octubre -como estaba previsto- por respeto a las víctimas del atentado de Hamás y el Gobierno concedió. Se votó el miércoles y se tiñeron del mismo color: verde.

Hacienda aún no habría contactado con Puigdemont, pero Junts ya tiene claro su precio de partida: cumplir todos y cada uno de los compromisos previos adquiridos.

De igual forma, se dio un paso importante con EH Bildu. La izquierda abertzale fue, junto con el PNV, de las primeras en arrancar las conversaciones con el Gobierno de cara a los PGE 2026. Es Mertxe Aizpurua quien despacha personalmente con la ministra de Hacienda, y uno de los requisitos, al margen de las cuentas, era el desbloqueo de leyes como la Proposición de Ley para prohibir a las plataformas anunciar alojamientos turísticos ilegales y la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Mordaza. La primera, que pretende descargar sobre las empresas y plataformas la responsabilidad legal de evitar la proliferación de alojamientos que no cuenten con un número de registro o licencia, fue tomada en consideración en el último Pleno; allanando el camino del entendimiento.

Por su parte, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) advierte al Gobierno de que no tiene sentido negociar cuestiones nuevas si no se cumple lo previamente acordado. Esta es la primera exigencia, que se terminen de concretar temas como quita de deuda (que ya está en marcha) y las cuestiones relacionadas con Rodalies Catalunya, que se acordó su traspaso integral.

Aspiran a arrancar compromisos sociales y, más específicamente, en materia de Vivienda. Consideran que es el mayor de los problemas y que, por mucho que el Ejecutivo anuncie medidas, no cristalizan en soluciones y mucho menos impactan de forma favorable a la ciudadanía. Este miércoles, la ministra de la materia, Isabel Rodríguez, comparece ante el Pleno para informar de las líneas maestras del Plan de Vivienda 2026-2030 y la posición de ERC será un buen termómetro para medir el pulso.

El diputado del BNG, Néstor Rego, insiste en trasladarle al Gobierno que si quieren su voto, no ya en los Presupuestos, sino en general, “deben cumplir con Galicia”. El gallego dispone de las grandes cifras de la senda de déficit; y en los próximos días, también la tendrá Compromís, según fuentes del partido valenciano.

Así las cosas, se prevé que los contactos se intensifiquen, puesto que se espera que Montero no espacie demasiado la senda de déficit de la presentación de Presupuestos.

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