Guía sobre los cambios en Banco Sabadell: vende TSB a Santander, complica la OPA de BBVA y aprueba un macrodividendo

Acordaron vender su filial británica a Santander y repartir un dividendo millonario, que los accionistas que participen en la OPA de BBVA no tendrán derecho a percibir. Esta oferta pública planeó en todo momento sobre las dos juntas generales extraordinarias celebradas este miércoles

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu. David Zorrakino / Europa Press.

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu. David Zorrakino / Europa Press.

Este miércoles, 6 de agosto de 2025, se recordará como un día clave en la historia de Banco Sabadell. Y no solo por lo que ha sucedido durante la jornada, sino por los efectos que los acuerdos alcanzados puedan tener sobre el futuro del Grupo. En dos juntas extraordinarias, Sabadell ha aprobado la venta de TSB (su filial británica) a Santander y el reparto de un dividendo millonario. Todo ello, con la OPA de BBVA a la entidad catalana planeando sobre cada decisión.

Esta oferta pública de adquisición ha estado presente en todas las intervenciones de los accionistas, y la del propio presidente de la entidad, Josep Oliu, que se ha despedido de los presentes con una petición: “Que reflexionen bien el día que tengan que decidir si desean seguir con el proyecto de Banc Sabadell como banco de referencia en España, o no”.

Venta de TSB

Los accionistas de Banco Sabadell han aprobado, sin votos en contra y sin abstenciones, la venta de TSB (su filial británica) al Banco Santander, por un precio aproximado de 2.650 millones de libras (alrededor de 3.000 millones de euros). Un 74,8% del capital social de Banco Sabadell ha estado representado en la junta, marcando el quórum más significativo desde 2004.

En concreto, los presentes han dado su anuencia a la venta del total del capital social del Banco Sabadell TSB Banking Group y otros instrumentos de capital y valores emitidos por esa sociedad al Santander. Como ha señalado Miquel Roca Junyent, secretario no consejero del Consejo de Administración del Sabadell, se espera que la operación se termine en el primer semestre de 2026.

La transacción, que fue anunciada inicialmente el 1 de julio, implica la venta de TSB por un monto inicial de 2.650 millones de libras esterlinas (3.098 millones de euros). Si el cierre de la venta se concreta el 31 de marzo de 2026, Sabadell proyecta obtener aproximadamente 3.361 millones de euros, tras los ajustes por el valor que TSB genere hasta entonces.

Reparto de un dividendo millonario

En la segunda junta general extraordinaria del día, Sabadell ha aprobado el reparto de un dividendo extraordinario en efectivo de 0,50 céntimos, por un importe total de 2.573 millones de euros, con cargo a reservas voluntarias de libre disposición. Estaba presente un 69,35% del capital social, que dio el visto bueno, de nuevo, sin votos en contra ni abstenciones.

Quien acuda a la opa se queda sin dividendo

En su intervención previa a la votación, Oliu enfatizó que los accionistas que participen en la OPA no tendrán derecho al dividendo generado por la venta de su filial británica. Además, mencionó que aquellos accionistas que liquiden sus participaciones antes del cierre definitivo de la venta de TSB, también se verán privados de este dividendo, que se hará efectivo el último día hábil del mes siguiente al del cobro del precio de la operación, sin exceder del plazo de 12 meses desde la fecha de aprobación del acuerdo por la Junta General Extraordinaria de Accionistas.

Después del pago, han explicado desde el banco, la entidad seguirá manteniendo un nivel de capital por encima del 13%, que es el umbral a partir del cual reparte el capital excedente entre sus accionistas. El dividendo extraordinario, de aproximadamente 2.500 millones de euros, y los 1.300 millones de euros estimados con cargo a los resultados de 2025, suman un total de 3.800 millones de euros.

¿Qué pasa con la OPA del BBVA?

Tras los satisfactorios resultados para el equipo directivo de las dos juntas extraordinarias celebradas, queda esperar la reacción de BBVA.

Recientemente, Onur Genç, consejero delegado de BBVA, defendió la OPA, calificándola de “buena operación”. Sin embargo, no aseguró su realización, indicando que BBVA podría “pasar página” y seguir con su “increíble plan” de operaciones independientes si decide no continuar. Genç también sugirió que la decisión de retirar la oferta podría tomarse tras las juntas, con el periodo de aceptación de la OPA comenzando en septiembre si se decide proceder.

Durante la primera junta extraordinaria de este miércoles, se ha preguntado al Consejo del sabadell sobre los detalles que deberían constar en el folleto de la OPA de BBVA (se espera que el folleto de la oferta y el periodo de aceptación comiencen a principios de septiembre), a lo que el consejero delegado, César González-Bueno, respondió que es imprescindible que el documento sea “muy claro” y refleje el valor que percibirán los accionistas.

También mencionó la falta de claridad en algunos aspectos como las sinergias y costos asociados, señalando que no se esperan sinergias significativas en el corto plazo por las restricciones gubernamentales impuestas por el Consejo de Ministros, a finales de junio.

En la segunda, y tras la intervención de una representante de UGT (que pidió que las buenas cifras también repercutieran en los trabajadores), el presidente, Josep Oliu, señaló que todos habían hecho un esfuerzo durante el último año y medio “para demostrar que nosotros solos podemos tirar adelante”.

¿Qué condiciones puso el Gobierno?

La Ley de Defensa de la Competencia impide al Gobierno oponerse a una operación autorizada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Una vez autorizada, el Ejecutivo sólo podía elevar la OPA al Consejo de Ministros aduciendo razones de interés general, distintos a los de Competencia, pues esta cuestión compete al supervisor, y rebajar, mantener o endurecer las condiciones.

En este caso, el Gobierno mantuvo las previstas por la CNMC e impuso condiciones adicionales: tal y como acordó en el Consejo de Ministros del 24 de junio de 2025, exige que, durante tres años, BBVA y Banco Sabadell mantengan personalidad jurídica y patrimonios separados y autonomía en la gestión.

Cada entidad, establecieron, “deberá preservar la autonomía en la gestión de su actividad orientada al mantenimiento de los criterios de interés general, distintos de los relativos a la defensa de la competencia”.

Estas condiciones formarán parte del folleto que recoge los detalles de la operación y que servirá a los accionistas para adoptar una decisión al respecto.

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