Este miércoles Hacienda ha dado un paso importante en el calendario de Presupuestos Generales del Estado 2026. La vicepresidenta primera y ministra, María Jesús Montero, ha convocado el lunes al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para que las Comunidades Autónomas conozcan el detalle de la senda de déficit y puedan pronunciarse al respecto. Será la antesala de su aprobación en Consejo de Ministros y verdadero punto de partida de un calendario que lleva al 11 de diciembre (por la vía rápida).
A las 12:00 horas del 17 de noviembre arrancará la cita. Montero expondrá unas cifras que ya fueron desveladas en exclusiva por Demócrata y el encuentro se cerrará con un nuevo punto en el orden del día que no estaba previsto con anterioridad: la situación de la reforma de financiación autonómica.
Fuentes de Hacienda confirman que la ministra llevará la senda de déficit al Consejo de Ministros del día siguiente, el martes 18. Una vez que reciba luz verde, se remitirá al Congreso de los Diputados para su tramitación parlamentaria.
Con el calendario en la mano, Hacienda asume que no habrá senda hasta finales de año y las cuentas, en consecuencia, no estarían para comenzar el año. Y es que, la primera senda podría incluirse en el Pleno de la última semana de noviembre. En caso de ser rechazado, como se prevé, se podría aprobar otra en la primera semana de diciembre, entrando en el orden del día de la sesión plenaria del 9 al 11.
Estimación de fechas clave:
- 17 de noviembre reunión del CPFF.
- 18 de noviembre, se aprueba la senda en Consejo de Ministros.
- 25-27 de noviembre, se debate y vota en Pleno.
- 2 de diciembre, el Consejo de Ministros aprueba una segunda senda.
- 9-11 de diciembre, se debate y vota en Pleno.
Las cifras
La senda, tal y como adelantó Demócrata, plantea para 2026 un -2,1%; mientras que para el 2027 y el 2028 se propone un -1,8% y -1,6% respectivamente, según ha podido saber Demócrata.
La Seguridad Social siempre tiene déficit y su proyección es del -0,2% para el 2026 y del -0,1% tanto para el 2027 como para el 2028.
Por su parte, a las Comunidades Autónomas se les propone un déficit de -0,1% en los tres ejercicios; quedando para la Administración Central un -1,8% en 2026; un -1,5% para 2027 y un -1,4% en 2028.
En cuanto a la cuarta pata, las entidades locales, en este caso es cero.
La senda se acuerda con Europa y se fija un horizonte a tres años vista, en este caso, 2026, 2027 y 2028. Es la que se manda en el Plan Fiscal Estructural y, aunque ya no es determinante para el seguimiento, sí que se podría abrir un expediente por un déficit excesivo en caso de superar el 3%.
Hacienda quiere aprobar esta nueva senda, pero si no es posible por la oposición de los grupos, se armará el proyecto de ley de Presupuestos con la senda antigua; y recuerdan además que la ley establece que, sin senda, se activa el equilibrio presupuestario, lo que daría menos margen a las Comunidades Autónomas. “Es increíble que el Gobierno quiera dar más capacidad a las autonomías y digan que no…”, señalan.
La tramitación
En caso de que la Cámara Baja rechazase la senda propuesta por el Gobierno, el Ejecutivo deberá remitir una nuevo en el plazo de un mes. Si se aprobase en el Congreso, llegaría el turno del Senado, que ya no dispone de veto al techo de gasto. Si la Cámara Alta votara en contra, como se prevé dada la mayoría absoluta del Partido Popular, regresaría al Congreso, donde solo se necesitaría una mayoría simple (más síes que noes).
A lo importante: Presupuestos
Ya con la senda de déficit definida y tras recolectar toda la información de las diferentes fuentes tras la Orden Ministerial, Hacienda elaborará un anteproyecto de ley que se someterá al Consejo de Ministros para ser remitido como proyecto de ley al Congreso.
La tramitación parlamentaria es similar a otros proyectos de ley, aunque con la especificidad de que se le dará prioridad. La Mesa debe calificarlo y los grupos dispondrán de 15 días para presentar enmiendas, que podrán ser de totalidad o al articulado. Si hubiera de totalidad, que necesariamente serán de devolución y no de texto alternativo, se celebraría un Pleno y, en caso de que prosperase dicha enmienda, los Presupuestos decaerían.
Para que sus señorías estén informados de los pormenores de las cuentas del Estado, los grupos podrán solicitar que comparezcan en comisión autoridades de la administración con rango inferior al de ministro (secretarios de Estado, directores generales…), así como responsables del sector público estatal, como RTVE o la AIRef. También el gobernador del Banco de España también hará lo propio para informar sobre la coyuntura económica.
Una vez concluido el plazo de presentación de enmiendas y celebradas las comparecencias, los PGE se someten a su primer debate parlamentario: el Debate de Totalidad ante el Pleno del Congreso.
Superada esta fase, la Comisión de Presupuestos dispone de 15 días para elaborar un dictamen que será sometido a debate y votación en Pleno para, después, continuar la tramitación en el Senado.
Si la Cámara Alta da su ‘ok’, algo altamente improbable dada la mayoría absoluta del PP, los PGE se publican directamente en el BOE para su entrada en vigor. En caso de que se introdujeran enmiendas, los Presupuestos regresan al Congreso para su estadio final.
