Miles de jóvenes han salido este martes a las calles de más de 50 ciudades españolas para clamar contra el acoso escolar y exigir medidas efectivas tras la muerte de Sandra Peña, la menor sevillana que se quitó la vida presuntamente como consecuencia del bullying sufrido en su colegio. Convocados por el Sindicato de Estudiantes, los manifestantes han marchado “para acabar con el monstruo del bullying” y para exigir responsabilidades al sistema educativo.
En Sevilla, ciudad natal de Sandra, unas 30.000 personas —según los organizadores— recorrieron el centro desde la Plaza Nueva hasta el Palacio de San Telmo. Entre pancartas que decían “Sandra, no te olvidamos” y “No a la violencia escolar”, la multitud acompañó a la familia de la joven, que asistió entre aplausos y muestras de apoyo.
Elena Ocaña, portavoz del Sindicato de Estudiantes en Andalucía, expresó “su apoyo a la familia de Sandra” y denunció que “no solo hay que hablar de la maldad en abstracto”, porque “hay una serie de responsables”. Ocaña señaló directamente al Colegio Irlandesas de Loreto por “no hacer nada” pese a haber recibido “una queja en dos ocasiones”.
Según la portavoz, el centro no actuó “para no perjudicar su imagen” ni aplicó “ningún tipo de protocolo en defensa de este propio negocio”. Además, acusó a la Junta de Andalucía de desatender la educación pública mientras “otorga millones a centros de la Iglesia”, y reclamó más inversión en psicólogos y pedagogos para los centros educativos.
La familia de la víctima también estuvo presente. Su tío y portavoz, Isaac Villar, agradeció “el cariño” recibido y aseguró que ese apoyo “nos da fuerza, tenemos que seguir porque el problema existe”. Villar definió el acoso escolar como “una lacra que está sufriendo el país” y pidió un compromiso social para erradicarlo.
Madrid
En Madrid, la protesta partió desde la Puerta del Sol y colmó la Gran Vía de consignas: “Basta de taparlo, no nos engañan. Fuera matones de nuestras aulas”. Los jóvenes denunciaron que “hay responsables, quienes desde las instituciones no toman medidas drásticas para acabar con el bullying”.
El Sindicato de Estudiantes subrayó que los alumnos quieren “recursos, no lamentos” y que “el único protocolo que sirve contra el bullying es un plan de rescate a la educación pública”. En su manifiesto, insistieron: “Hoy gritamos para que mañana no tengamos que callar. Sandra, hermana, nunca te olvidaremos”.
1.500 estudiantes en Barcelona
En Barcelona, 1.500 estudiantes marcharon entre las plazas Universitat y Sant Jaume. Las pancartas proclamaban mensajes como “Fuera lobbys de nuestras aulas”, “Menos policía y más salud mental” y “No son suicidios, son asesinatos”.
Carmen Cabestany, presidenta de la asociación Nace, reclamó que “no se sigan produciendo muertes tan terribles como la de Sandra” y pidió más pedagogía, conciencia social y formación docente. José Manuel López, presidente de la asociación Trencats y padre de Kira López —otra víctima del acoso escolar—, apeló a la responsabilidad institucional: “Las consecuencias deben ser para las familias y los docentes que miran a otro lado”.
La miembro del Sindicat d’Estudiants, Eidor Bustos, recordó que el caso de Sandra “no es aislado” y que “no es justo que, teniendo protocolos, no se haya activado en ese centro”. Reclamó además educadores sociales y psicólogos en todas las escuelas para crear “espacios seguros”.
Clamor estudiantil
También en Asturias, los jóvenes se concentraron en Oviedo y Gijón. Anahi López, portavoz del sindicato, lamentó que “miles de jóvenes han quedado completamente conmocionados” por la muerte de Sandra, que “se podría haber evitado”. “Salimos a la calle para dar la batalla contra el bullying y los discursos de odio”, señaló.
En Logroño y Santander, las movilizaciones recordaron igualmente a Sandra Peña bajo el lema “Hay responsables”. “Nadie merece sentirse menos por ser quien es”, rezaba una pancarta. Jóvenes como Joseba, estudiante de Trabajo Social, denunciaron que “siempre se dice que hay protocolos anti-bullying, pero luego no se efectúan”.
El clamor juvenil se ha extendido por todo el país. De norte a sur, miles de voces han coincidido en un mismo mensaje: “Basta de ocultar dónde se esconde el bullying”. Las manifestaciones no solo han recordado a Sandra Peña, sino que han puesto sobre la mesa un reclamo claro a las instituciones: más recursos, más prevención y más compromiso para frenar una violencia que, según los jóvenes, sigue cobrándose vidas.

















