Ignacio Irujo, autor del informe de la Delegación del Gobierno en Navarra respecto al proyecto de ampliación de los túneles de Belate, ha afirmado que no ha recibido presiones ni indicaciones de políticos sobre la elección de la empresa encargada del proyecto. “A mí directamente no, porque a mí me presenta directamente el adjudicatario la solicitud”, aclaró Irujo.
En una sesión de la comisión de investigación en el Parlamento de Navarra, Irujo declaró que las voladuras para la apertura del túnel no se realizan sin el consentimiento previo de la delegada del Gobierno. Indicó que “existiría el visto bueno de la delegada del Gobierno para las microvoladuras necesarias para cumplir los requisitos del área minera y valorar si el proyecto era correcto, que no son las voladuras del túnel”.
Ante las declaraciones del parlamentario de UPN, Pedro González, sobre la imposibilidad de iniciar las voladuras en Belate hasta febrero de 2025, Irujo explicó que se trataban de “voladuras del estudio de vibraciones”. González contrapuso que “el estudio de vibraciones se mandó ya acabado el 25 de junio de 2024”.
Irujo también mencionó que él es responsable de autorizar mensualmente el uso de explosivos y aseguró que en Navarra no se compra explosivos sin una autorización en vigor. “Puedo garantizar que todas las voladuras de uso civil que se producen en Navarra cuentan con autorización y seguimiento por mi parte”, afirmó. Asimismo, resaltó que hubo un estudio de vibraciones y que los explosivos podrían haberse utilizado en distintos meses.
Finalmente, Irujo señaló que la construcción de un polvorín era esencial para disponer de explosivos constantemente y que su alto costo se debió a la necesidad de cumplir con las distancias reglamentarias a carreteras, lo que llevó a construirlo semienterrado.