En un lapso inferior a seis horas, José Tomé Roca (Guitiriz, 1958) pasó de descartar su dimisión tras hacerse públicas acusaciones por comportamientos machistas a pedir su suspensión cautelar de militancia en el PSOE y a presentar la renuncia, aunque limitada a la Presidencia de la Diputación de Lugo y a sus responsabilidades orgánicas.
Este profesor y sindicalista de 67 años, que llevaba seis años al frente de la Diputación de Lugo, pretende, no obstante, conservar la Alcaldía de Monforte de Lemos, donde gobierna con mayoría absoluta, así como su acta de diputado provincial, en ambos casos con la condición de no adscrito.
“No tengo por que soportar ninguna mentira”, fue la explicación con la que defendió su continuidad en la alcaldía, mientras que esgrimió “facilitar el gobierno” en la Diputación de Lugo –gobernada en coalición por PSdeG y BNG– como motivo para abandonar la Presidencia pero mantener el escaño en la corporación provincial. “Se sabrá toda la verdad. Tardará un tiempo, pero se sabrá”, afirmó con rotundidad en la comparecencia ofrecida en la tarde de este miércoles ante los medios, la segunda intervención pública que realizaba en la misma jornada.
De este modo, seguirá al frente del Ayuntamiento de Monforte de Lemos, cargo que ejerce desde 2015. En cuanto a la Diputación de Lugo, José Tomé Roca accedió a la Presidencia en julio de 2019, tras ser propuesto por el PSdeG, entonces dirigido por el que fuera secretario xeral de la formación, Gonzalo Caballero.
Nacido en 1958 y profesor de Tecnología Agraria en la Escuela de Capacitación Agraria de Monforte, Tomé desarrolló buena parte de su trayectoria en el sindicalismo, donde fue responsable de UGT en la comarca de Lemos y llegó a ocupar la secretaría de Formación y Empleo de UGT Galicia.
Su etapa en la estructura orgánica del Partido Socialista arrancó como número dos de la Ejecutiva provincial entre 2017 y 2019, periodo en el que el PSOE de Lugo estaba encabezado por el diputado provincial Álvaro Santos. Este acabaría presentando su dimisión por sus discrepancias con el PSdeG de Gonzalo Caballero y terminaría abandonando el partido.
El PSOE lucense atravesaba entonces una fase de fuerte desgaste interno por las tensiones en el seno del gobierno provincial con el alcalde de Becerreá, el exsocialista Manuel Martínez. Durante ese tiempo, otro regidor, el de A Pontenova, Darío Campos, asumió la Presidencia en el Pazo de San Marcos. Aquellas divergencias llevaron a Manuel Martínez a facilitar que la popular Elena Candia se hiciera con la Presidencia de la Diputación en 2015.
Tras ese ciclo de fractura interna, el PSdeG liderado por Gonzalo Caballero decidió situar a Tomé como candidato a la Presidencia de la Diputación de Lugo, aunque sin que llegase a controlar plenamente el aparato orgánico del partido en la provincia.
La polémica de la ropa de leopardo
Algo más de un año después de asumir la Presidencia de la Diputación de Lugo, Tomé se vio envuelto en una polémica a raíz de una comparecencia en la que valoraba una protesta de alcaldes del PP ante el Pazo provincial. En aquella ocasión, se refirió a la indumentaria con estampado de leopardo que lucía la líder del PP de Lugo, Elena Candia, para equipararla con los seguidores de Donald Trump y afirmar que “daba la imagen del vaquero americano que entró en el Capitolio en Estados Unidos”.
Aquel episodio llevó a que diputadas autonómicas de todas las formaciones expresasen su respaldo a la que hoy es vicepresidenta del Parlamento de Galicia, en una sesión plenaria en el Pazo do Hórreo en la que las parlamentarias del PPdeG acudieron vestidas con prendas de estampado de leopardo como gesto de protesta.
Llegada a la secretaría xeral provincial
Aunque en 2019 asumió la Presidencia del gobierno provincial –en alianza con el BNG–, Tomé tardó varios años en hacerse con el liderazgo del partido en la provincia. En ese momento, la dirección provincial recaía en la entonces diputada autonómica y hoy parlamentaria en el Congreso por Lugo, Patricia Otero.
No fue hasta 2022, ya con Valentín González Formoso como secretario xeral de los socialistas gallegos, cuando Tomé logró tomar las riendas del PSOE lucense tras alcanzar un acuerdo que permitió integrar en su lista la candidatura del alcalde de Castroverde, Xosé María Arias.
Sin embargo, este sector no terminó de sentirse cómodo y se enfrentó a Tomé en las primarias celebradas el pasado mes de abril, en las que el diputado provincial e integrante del gobierno de la Diputación, Iván Castro, encabezó una candidatura alternativa.
Las tensiones se mantuvieron después del proceso interno y llegaron al pleno provincial, donde el grupo socialista perdió votaciones relevantes por la ausencia de tres de sus diputados: el propio Iván Castro; el alcalde de Castroverde, Xosé María Arias; y la regidora de Guitiriz, Marisol Morandeira.
Queda por comprobar si la decisión de Tomé de continuar como no adscrito en la corporación municipal derivará en nuevos movimientos en el Grupo Socialista Provincial, ya de por sí condicionado por las discrepancias abiertas desde las últimas primarias internas.











