Juanfran Pérez Llorca, candidato del PP a la presidencia de la Generalitat Valenciana, ha planteado la necesidad de adoptar una política migratoria más “ordenada”, rechazando que esta propuesta tenga connotaciones racistas, y ha solicitado que se publique la nacionalidad de los delincuentes en la Comunitat Valenciana.
En su intervención inicial en el debate de investidura en Les Corts, y hablando en valenciano, Llorca ha abordado el tema migratorio, una cuestión crucial para obtener el apoyo de Vox, necesario para su investidura. Ha enfatizado que la gestión de la inmigración es un “reto complejo” y ha defendido que preservar la convivencia y la seguridad no implica racismo, sino responsabilidad pública.
“No se trata de señalar a nadie”, ha subrayado, criticando también la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana por el gobierno central. Llorca ha argumentado que una llegada desorganizada de población agrava la situación de unos servicios públicos ya saturados y ha clamado por una financiación adecuada y sin falsas promesas.
Aludiendo a Salvador Illa, Llorca ha mencionado “LO DICE ILLA, NO ABASCAL”, para cuestionar por qué discursos similares son considerados integradores en otras regiones pero racistas en su contexto. Ha abogado por un enfoque claro y calmado sobre la inmigración, sin ignorar las prácticas que contradicen los valores y leyes locales.
En cuanto a la gestión de fronteras, ha exigido controles efectivos contra la inmigración irregular y ha criticado la falta de respuesta del gobierno a la solicitud de sistemas de vigilancia en las costas valencianas. Además, ha criticado el reparto de menores migrantes propuesto por el gobierno, alegando un trato desfavorable hacia la Comunitat en comparación con otras regiones.
Finalmente, ha defendido la importancia de conocer los datos reales sobre delincuencia por nacionalidades para tomar decisiones informadas y ha concluido que su enfoque busca el sentido común y el consenso, respetando los valores que han hecho de su región un lugar de prosperidad.
“Esto no va de derechas o de izquierdas, sino de sentido común”, ha concluido, subrayando la necesidad de regular la inmigración de manera realista y sin demagogia.
