Las sesiones de control al Gobierno en el Senado irán precedidas de una suerte de debate sobre por qué hay ministros ausentes. Así lo plasma el Partido Popular en su nueva propuesta de reforma del Reglamento del Senado, la cuarta en esta legislatura, una modificación que saldrá adelante dada la mayoría absoluta del PP en la Cámara Alta.
La proposición, avanzada hace unos días por la portavoz del Grupo Popular en el Senado y parlamentaria por Ávila, Alicia García, reescribe la redacción actual del artículo 163 y le añade dos puntos con una doble finalidad: adaptarlo a los usos y costumbres parlamentarios y, sobre todo, para incluir las novedades que el PP desea introducir en torno a las preguntas para respuesta oral en el Pleno, las que conforman la conocida como sesión del control al Gobierno.
Por un lado, se elimina del Reglamento la previsión actual de presentar las preguntas al menos dos semanas antes de ser incluidas en el orden del día de un pleno, algo que por norma general no se cumple. Una vez la reforma entre en vigor, el requisito previo será que una cuestión se registre dentro del plazo de presentación habilitado para la próxima sesión plenaria (en estos momentos el miércoles de la semana previa, a las 12 del mediodía).
Turno para valorar «la suficiencia de los motivos»
Además, se incluye de forma expresa la obligación de que el Gobierno comunique a la Cámara qué ministros no podrán acudir, algo que tendrá que suceder como mínimo «24 horas antes del plazo fijado» para registrar preguntas. Este procedimiento, aunque no está reglado, ya se produce en la actualidad, si bien el Ejecutivo comunica ausencias hasta última hora, como sucedió la semana pasada, cuando más de la mitad del Consejo de Ministros no estaba disponible para responder ante el Senado en la sesión de esta semana.
Más novedoso es el turno de portavoces que se va a introducir para que cada grupo parlamentario «exprese su posición sobre la suficiencia de los motivos alegados para la ausencia de los ministros». Será al comienzo de cada sesión plenaria, en el primer punto del día. Antes se dará cuenta de los ministros que excusaron su ausencia para esa sesión y de los motivos alegados. A continuación, cada grupo, de menor a mayor representación, tendrá un turno de cinco minutos para manifestarse sobre ello.
Opción de que conteste cualquiera
Con la nueva redacción del artículo 163 del Reglamento del Senado propuesta por el PP se mantiene la posibilidad de que el Gobierno aplace la respuesta a preguntas a una sesión posterior, dentro del plazo de un mes, aunque ese plazo, y esto es nuevo, puede excederse si el autor de la pregunta está de acuerdo.
No obstante, esa potestad del Ejecutivo queda limitada por la otra gran novedad propuesta por los populares en el Senado: si el autor de la pregunta solicita que sea respondida por cualquier miembro del Gobierno, la cuestión no podrá ser aplazada y deberá ser contestada por alguno de los ministros presentes en la sesión de control.
Los grupos priorizarán quién pregunta
La proposición de reforma del Reglamento del Senado formalizará una potestad que los grupos parlamentarios ya venían ejerciendo: la de decidir qué preguntas van en cada sesión. Así, la nueva redacción del artículo 163.3 contempla que «el portavoz decidirá el orden de prioridad para la inclusión de las preguntas de sus miembros«.
Ahora, el Reglamento del Senado establece que las preguntas se incluyen en el orden del día de un pleno, «según orden de presentación» dentro del cupo de preguntas que tiene asignado cada grupo, pero con la salvedad de priorizar las cuestiones de aquellas señorías no hayan formulado preguntas orales en el Pleno en ese periodo de sesiones (artículo 163.2).