Este domingo, Madrid se ha llenado de vida con la celebración de la 32ª Fiesta de la Trashumancia, que este año ha contado con la presencia de más de 1.100 ovejas merinas y 200 cabras, incluyendo guisanderas y de Guadarrama. La fiesta regresó tras haber sido suspendida el año anterior por la enfermedad de la Lengua Azul.
La procesión de los animales, que comenzó en la Casa de Campo a las 10 horas, fue guiada por miembros de la Fundación Trashumancia y Naturaleza y observada por miles de espectadores. El recorrido pasó por puntos emblemáticos como la calle Mayor, la Puerta del Sol, la calle de Alcalá y la plaza de Cibeles, donde los rebaños llegaron alrededor de las 12.45 horas.
El acto fue presidido por Borja Carabante, junto a José Antonio Martínez Páramo y Carlos Segura, quienes dieron la bienvenida a los animales en Cibeles. Carabante destacó: ‘Esto es una oportunidad no solo para poner en valor el valor ecológico de la trashumancia, de las propias vías pecuarias, sino todo es un acontecimiento turístico y familiar. Hemos visto cómo los más jóvenes, junto con sus abuelos, los padres, pues han disfrutado de la singularidad de ver 1.400 cabras y ovejas por las calles de la ciudad de Madrid’.
Como parte del ritual, se leyó la ‘Concordia de 1418 entre los Hombres y Mujeres Buenos de la Mesta y los procuradores del Concejo de la Villa’ y se realizó el pago simbólico de los ’50 maravedís al millar’. ‘Bien sabéis que nuestras antiguas concordias permiten el paso por la villa y corte de los rebaños mesteños y que durante cuatro días descansen en los prados y dehesas comunales, acordando por cada millar de ganado ovejuno y cabruno y carneros que pasen por Madrid y su tierra, la villa recibirá 50 maravedís, lo que os demando en este acto’, recitó Carabante.
La Fiesta de la Trashumancia es un evento que se celebra desde 1994 y que reivindica la importancia de las vías pecuarias y la ganadería extensiva. Además, se destacó que en 2026 se celebrará el Año Internacional de los Pastizales y Pastores, y que la Comunidad de Madrid declarará la trashumancia como Bien de Interés Cultural en la categoría de Patrimonio Inmaterial.
Carabante concluyó: ‘Vamos a continuar apoyando la transhumancia, vamos a seguir apoyando esta iniciativa por su valor social, su valor ecológico, su valor medioambiental y también por su valor de atractivo turístico’.