Aproximadamente mil individuos se reunieron frente al Ayuntamiento de Palma para demandar la libertad de los participantes de la Global Sumud Flotilla, después de que sus embarcaciones fueran interceptadas en aguas internacionales mientras intentaban entregar asistencia humanitaria a Gaza.
Organizado por Marxes per a Palestina a Mallorca y el Moviment Global a Gaza Mallorca, los manifestantes reclamaron el cese del “genocidio y la liberación de la flotilla tras el secuestro”, portando pancartas que proclamaban “Palestina libre” y “Viva la lucha del pueblo palestino”, acompañadas de exclamaciones como “No es una guerra, es un genocidio” y “La solidaridad no es un crimen”. La protesta se extendió por cerca de una hora en la plaza de Cort.
En el manifiesto de las organizaciones convocantes se expresó que “El abordaje de la flotilla y los actos de piratería llevados a cabo por Israel demuestran una vez más su voluntad de continuar el genocidio y de incumplir las normas de derecho internacional”. Como respuesta, solicitaron al Gobierno de España que “por dignidad” rompa relaciones con Israel, “sea cual sea el coste y los intereses a perjudicar”.
Además, rechazaron el plan de Donald Trump para Gaza, tachándolo de “cruel sarcasmo para asegurarse la impunidad de los crímenes cometidos y un paso más dentro del proceso colonial que da carta blanca a la violencia del imperialismo”.
Varias localidades de la isla como Costitx y Sóller, entre otros, confirmaron concentraciones en solidaridad, y grupos como ‘Menys turisme, més vida’ y la red Sur de Europa contra la Turistificación (SED) se unieron a la causa. También se llamó a boicotear plataformas de alojamientos turísticos que promueven asentamientos ilegales en Cisjordania. Personalidades políticas locales y nacionales, incluidos miembros del PSIB, MÉS per Palma, Unidas Podemos y el diputado de Sumar Més Vicenç Vidal, apoyaron la concentración.