El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, ha pedido al Gobierno chino que hable con Irán para impedir que la república islámica cierre el estrecho de Ormuz por el enorme impacto que podría representar para la economía.
«Animo al Gobierno chino en Pekín a que se ponga en contacto con Irán al respecto, ya que dependen en gran medida del estrecho de Ormuz para su petróleo», ha declarado el secretario Rubio a Fox News.
Rubio ha avisado de que el cierre del estrecho representaría, por encima de todo, una catástrofe para Irán. «Sería otro terrible error si así lo deciden, un suicidio económico para ellos», ha indicado el secretario de estado y asesor en funciones de Seguridad Nacional, quien ha aprovechado para restar importancia al peligro que representaría para la economía estadounidense. «Tenemos opciones para afrontarlo», ha concluido.
ORMUZ, UNO DE LOS PRINCIPALES PASOS COMERCIALES DEL MUNDO
La Asamblea Consultiva Islámica, el Parlamento de Irán, ha recomendado este sábado el cierre del estrecho de Ormuz, uno de los principales pasos comerciales y económicos del mundo, en represalia al ataque de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares del país.
Irán es un importante productor de petróleo, con un bombeo de 3,3 millones de barriles diarios de crudo y exportaciones cercanas a los 1,7 millones, por lo que, si hay una escalada, no es difícil prever una interrupción del suministro de petróleo iraní.
Expertos como el responsable de estrategia de materias primas de ING Research, Warren Patterson, avisaron a mediados de mes que un escenario de escalada eleva la posibilidad de interrupciones en el transporte marítimo, lo que afectaría a los flujos de petróleo del Golfo Pérsico.
«Una interrupción significativa de estos flujos sería suficiente para impulsar los precios a 120 dólares por barril», apunta el analista, anticipando que si las interrupciones persisten hacia finales de año, «podríamos ver al Brent cotizando a nuevos máximos históricos, superando el récord de cerca de 150 dólares por barril de 2008».