España afronta una ola de incendios sin precedentes. En este contexto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado su voluntad de poner en marcha un pacto de Estado contra el cambio climático. Las altas temperaturas y las adversas condiciones meteorológicas han sido un factor muy importante en la propagación de las llamas, que además, ha dificultado las labores de extinción. «Con independencia de la causa de los incendios, es evidente que el clima está cambiando y que la emergencia climática se agrava cada año», aseguró Sánchez desde el Puesto de Mando Avanzado de Jarilla (Cáceres).
En la última década, el cambio climático se ha convertido en un pilar clave de la agenda pública, pero las actuaciones para combatirlo y por la preservación del medio ambiente se remontan al siglo pasado. Demócrata repasa la evolución del peso que ha tenido en cada Ejecutivo esta cuestión. Desde la Secretaría General de Medio Ambiente bajo el Gobierno de Felipe González en 1990 a la Vicepresidencia para la Transición Ecológica en el Ejecutivo de Sánchez.
Primeros pasos
González afrontaba su tercer mandato, al frente del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo estaba Javier Luis Sáenz Cosculluela y el BOE publicaba la creación de la «Secretaría general de Medio Ambiente, con rango de Subsecretaria». Era febrero de 1990 y la preocupación por el medio ambiente se colaba en el organigrama del Gobierno.
Un puesto que nacía con el fin de promover la «ordenación, defensa y mejora» del medio ambiente y al que correspondía la formulación de las propuestas y prioridades de la política ambiental que iba a emprender el gobierno socialista.
Medidas como la promoción de programas de educación e información, el establecimiento de cauces de participación para la contribución de grupos especializados o la elaboración de metodologías para la evaluación del impacto ambiental. Adscritos a esta Secretaría General, se constituyó la Dirección General de Política Ambiental y la Dirección General de Ordenación y Coordinación Ambiental.
Cuando en 1993 González fue reelegido presidente del Gobierno, a la hora de conformar su nuevo gabinete, decidió rebautizar al Ministerio de Obras Públicas sumándole «Transportes y Medio Ambiente». Esta cartera fue ocupada por Josep Borrell.
Años después, en 1996 y con la llegada de José María Aznar a la Moncloa tras 14 años de gobiernos socialistas, las cuestiones ligadas a la preservación del entorno natural tuvieron un ministerio propio. Isabel Tocino se convirtió así en la primera ministra de Medio Ambiente.
Oficina Española del Cambio Climático
En el segundo gobierno de Aznar este ministerio fue ocupado por Jaume Matas. Matas llegó al Ejecutivo central después de no lograr ser reelegido presidente de las Islas Baleares y lo abandonaría para volver a ser presidente autonómico en 2003. Pero en los tres años que estuvo al frente del departamento se dio un gran paso con la creación de la Oficina Española de Cambio Climático.
Un órgano colegiado competente para actuar como punto focal del ministerio respecto de los organismos y convenios internacionales en materia de cambio climático y para colaborar con las CCAA en el análisis de las repercusiones que suscitaba, entre otras funciones.
Matas fue sustituido por Elvira Rodríguez y en esta nueva etapa, se dotó a la Oficina de rango de subdirección general poniendo al frente de ella un Director. Así justificaba la exposición de motivos del Real Decreto la modificación: «Transcurridos dos años desde su nacimiento, la lucha contra el cambio climático se ha ido consolidando como una de las prioridades de la política ambiental, los compromisos a los que tiene que hacer frente se han multiplicado y las tareas necesarias para alcanzar los objetivos fijados se han visto incrementadas muy sensiblemente en número y complejidad». La Oficina pasó a depender de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental.
Ribera a escena
José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido presidente y nombró ministra de Medio Ambiente a Cristina Narbona. Durante este período, la Oficina quedó adscrita a la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático. Narbona pondría al frente de este organismo a una por entonces desconocida Teresa Ribera.
El segundo mandato de Zapatero trajo consigo un renombramiento del ministerio de Medio Ambiente, que pasó a denominarse Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Además, se creó la Secretaría de Estado de Cambio Climático cuya primera titular fue Ribera. Al frente del ministerio estuvo, en primer lugar, Elena Espinosa y a partir de 2010, Rosa Aguilar.
En transición
Cuando Mariano Rajoy ganó las elecciones y conformó Gobierno, el ministerio experimentó un nuevo cambio de nombre. La cartera de Medio Ambiente, quedó fusionada con la de Agricultura, Alimentación y Pesca. El titular de la misma durante los primeros meses fue Miguel Arias Cañete. En 2014 Cañete cambió Madrid por Bruselas al ser nombrado comisario europeo e Isabel García Tejerina la encargada de sustituirle.
Tras la moción de censura que llevó a Sánchez a la Moncloa, el nuevo presidente anunció un gabinete muy numeroso y destacados cambios en la formulación tradicional de los ministerios. De manera que, toda la política ambiental recayó en el ministerio de Transición Ecológica, al frente del cual, Sánchez puso a Ribera. Quien fuera responsable de la Oficina Española del Cambio Climático en 2005 y primera Secretaria de Estado del ramo en 2008.
La política ambiental, la lucha contra el cambio climático y la transición ecológica, fue cogiendo peso en el seno del gobierno de coalición. A finales de 2023, cuando Sánchez logró volver a ser investido presidente decidió que Ribera ocuparía una Vicepresidencia. Tras la elección de Ribera como comisaria europea, la hasta entonces secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen ocupó su lugar.
35 años después de la aprobación de la Secretaría general de Medio Ambiente, España cuenta con una Vicepresidencia para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la política ambiental ocupa un lugar destacado en el organigrama del Gobierno como nunca antes se había visto.