La concesión del Premio Nobel de la Paz 2025 a la dirigente venezolana María Corina Machado ha tenido un eco político inmediato en España. La líder opositora, reconocida por el Comité Nobel por su “incansable defensa de los derechos democráticos y de una transición pacífica hacia la democracia en Venezuela”, ha despertado reacciones polarizadas entre algunos de los principales partidos españoles.
Mientras que Partido Popular y Vox han celebrado el galardón como un símbolo de resistencia frente al autoritarismo, Podemos lo ha calificado de “provocación política” y desde el PSOE y el Gobierno de Pedro Sánchez se ha optado, por ahora, por una cierta cautela institucional.
El PP y Vox aplauden el premio como un “golpe al régimen de Maduro”
El Partido Popular ha sido el primero en pronunciarse, calificando el Nobel como “una buena noticia para la libertad y una mala noticia para el régimen de Nicolás Maduro”.
La eurodiputada popular Alma Ezcurra celebró el reconocimiento a Machado y sostuvo que “el premio honra al pueblo venezolano y deja en evidencia el nexo del PSOE con el chavismo, encarnado por Zapatero”.
Desde el ámbito autonómico, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso afirmó que “Venezuela tendrá pronto una presidenta y será Nobel de la Paz”. Por su parte, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, describió a Machado como “un símbolo de coraje y resistencia democrática”.
El líder de Vox, Santiago Abascal, felicitó públicamente a Machado en redes sociales y la definió como “una aliada en la defensa de la libertad frente a las dictaduras comunistas”, en referencia a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Podemos y sectores de la izquierda cargan contra el galardón
En el lado opuesto del espectro político, Podemos y antiguos dirigentes de la formación como Pablo Iglesias han criticado duramente la decisión del Comité Nobel.
La secretaria general del partido, Ione Belarra, sostiene que “el prestigio del Nobel se degrada cuando se concede a quienes han alentado golpes de Estado o políticas desestabilizadoras”.
Pablo Iglesias, por su parte, ha afirmado que Machado “lleva años intentando derrocar por la fuerza a un gobierno legítimo” y consideró el premio “un movimiento político más que un reconocimiento moral”.
Estas declaraciones han provocado críticas del bloque conservador, que acusa a Podemos de “alinearse con el chavismo” y de “despreciar la lucha por la libertad en Venezuela”.
Prudencia institucional en el Gobierno y silencio del PSOE
Ni Pedro Sánchez ni el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se han pronunciado oficialmente sobre el Nobel. Fuentes del entorno gubernamental señalan que “el Ejecutivo evita pronunciamientos prematuros en asuntos con impacto diplomático”, en referencia a las tensiones con Caracas y a la posición de la Unión Europea sobre el proceso político venezolano.
Lo que sí ha hecho el Gobierno, a través del ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha sido destacar la contribución decisiva de España en el proceso de liberación de la opositora venezolana durante el período que estuvo detenida en su país. Desde el Palacio de Parcent, sede del Ministerio de Justicia, Bolaños ha declarado que España «trabajó intensamente para que fuera liberada el tiempo que estuvo en prisión». Aunque señaló que no es su papel juzgar las decisiones del comité del Nobel, enfatizó el compromiso de España con los derechos humanos, la democracia y la paz.
El PSOE, de momento, ha optado por la discreción, mientras que sus socios de coalición se distancian abiertamente de la lectura celebratoria de la derecha.
Un premio con carga simbólica en la política española
El galardón a María Corina Machado —figura central de la oposición venezolana e inhabilitada por el régimen de Maduro— trasciende el ámbito latinoamericano y reaviva en España debates ideológicos sobre democracia, autoritarismo y política exterior.
Para los partidos de derechas, representa una reafirmación de los valores democráticos y de los derechos humanos; para la izquierda crítica, un uso “instrumental” del Nobel con fines políticos.
El Comité Nobel justificó su decisión destacando la “determinación y valentía” de Machado ante la represión y su apuesta por “una transición pacífica”.
La líder venezolana ha agradecido el reconocimiento desde Caracas y dedicó el premio “a todos los presos políticos, a las madres que no se rinden y a los venezolanos que siguen creyendo en un futuro libre”.