Llega la PAU 2025 (Prueba de Acceso a la Universidad), que se se celebra a partir de mañana, entre el 3 y el 6 de junio en toda España, excepto en Canarias, donde empieza el 4, y Cataluña, del 11 al 13 de junio. Es la primera selección de estudiantes universitarios que se realiza bajo los criterios de la Ley de Educación (LOMLOE) y a los últimos programas de Bachillerato, con nuevas normas para corrección de la ortografía, estructura de los exámenes y enfoque competencial.
Cientos de miles de estudiantes se enfrentan esta semana a una selectividad que recupera la antigua denominación de PAU (Prueba de Acceso a la Universidad) e incorpora cambios sustanciales derivados del nuevo marco normativo establecido por el Real Decreto 332/2024, aprobado por el Consejo de Ministros en junio del año pasado.
El nuevo modelo de evaluación es el primero plenamente alineado con la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), también conocida como ‘Ley Celaá’. Aunque la estructura general de la prueba se mantiene, se introducen novedades relevantes en la forma de corregir, en el tipo de preguntas y en el formato de los exámenes, con el objetivo de garantizar una evaluación más justa, homogénea y centrada en competencias.
Criterios de corrección unificados en todo el territorio
El cambio más significativo a nivel legislativo es la intención de homologar los criterios de corrección y calificación entre comunidades autónomas. Se han reducido las divergencias entre CCAA si bien existen algunas diferencias en los baremos de evaluación ortográfica entre regiones.
Por primera vez, se incluye una penalización explícita por faltas de ortografía, que podrá alcanzar:
- Hasta un 10% de la nota total (1 punto) en general.
- Un 15% (1,5 puntos) en exámenes de lenguas extranjeras.
- Y un 20% (2 puntos) en Lengua Castellana o cooficiales.
No obstante, se contemplan excepciones para estudiantes con necesidades educativas específicas, como aquellos diagnosticados con dislexia, como aclaró en su momento el propio Ministerio de Educación.
Un enfoque competencial y menos opcionalidad
La nueva PAU prioriza la evaluación de competencias sobre la repetición memorística. La normativa establece que al menos un 20-25% de la calificación deberá corresponder a preguntas competenciales, es decir, aquellas que exigen análisis, reflexión y pensamiento crítico. Además, se limita al 30% el uso de preguntas de tipo test o respuesta cerrada, frente al mínimo del 50% permitido anteriormente.
Otra novedad importante es la reducción de la opcionalidad: los alumnos deberán prepararse el temario completo, ya que solo se propondrá un único modelo de examen por materia (antes existían dos versiones para elegir).
Calendario, estructura y cálculo de la nota
La PAU 2025 se desarrolla los días 3, 4, 5 y 6 de junio en todas las comunidades autónomas excepto en Cataluña, donde será los días 11, 12 y 13 de junio. Cada prueba tendrá una duración de 90 minutos, con un mínimo de 30 minutos de descanso entre exámenes.
La prueba mantiene su estructura tradicional en dos fases:
1. Una fase general (obligatoria), que incluye cuatro exámenes:
- Lengua Castellana y Literatura II
- Lengua Extranjera II
- Historia de España o Historia de la Filosofía
- Una asignatura de modalidad correspondiente al itinerario cursado en 2º de Bachillerato
- En las comunidades con lengua cooficial, se añade una quinta prueba obligatoria sobre dicha lengua.
2. Una fase voluntaria (específica), que permite aumentar la nota de admisión hasta los 14 puntos totales, mediante el examen de hasta tres materias adicionales, incluyendo una segunda lengua extranjera distinta a la de la fase general.
La nota final se calculará ponderando un 60% la media del expediente académico de 1º y 2º de Bachillerato (excluyendo la asignatura de Religión) y un 40% la calificación obtenida en la fase general de la PAU. Las asignaturas optativas de la fase específica se ponderarán en función del grado universitario al que se postule.
Un curso marcado por la incertidumbre inicial
A pesar de la aprobación del decreto en verano de 2024, los nuevos modelos de examen no estuvieron disponibles hasta semanas después del inicio del curso escolar. Esta demora obligó a los centros y al profesorado a adaptarse con rapidez a los cambios, lo que ha añadido presión a un curso especialmente exigente para los alumnos.
La PAU 2025 supone, en definitiva, el inicio de una nueva etapa en las pruebas de acceso a la universidad, en la que se combinan criterios unificados, mayor exigencia en la competencia escrita y un enfoque más adaptado a los aprendizajes reales del alumnado.