El PNV encabeza la simpatía entre los vascos con 5,1 puntos sobre 10, seguido por EH Bildu y PSE empatados con un 4,4

El sociómetro del Gobierno Vasco sitúa al PNV como partido más simpático y a Imanol Pradales como líder mejor valorado, con Euskadi más interesada en política.

Archivo - Sede de Sabin Etxea en BilbaoEAJ-PNV - Archivo

El último sociómetro del Gobierno Vasco sitúa al PNV como la formación que genera mayor simpatía entre la ciudadanía vasca, con una nota media de 5,1 sobre 10. A continuación aparecen EH Bildu y PSE-EE, ambos con una puntuación de 4,4, mientras que Sumar se queda en 3,7. En la parte baja de la tabla, el PP registra 1,9 puntos de simpatía y Vox, aunque mejora ligeramente, apenas llega a 1,1.

El estudio también analiza la valoración de los principales dirigentes políticos. El Lehendakari, Imanol Pradales (PNV), es quien obtiene la mejor nota de los vascos, con un 5,7 sobre 10, seguido por el líder de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Pello Otxandiano, con un 5,4. Son los dos únicos responsables políticos que consiguen el aprobado. Por detrás se sitúan el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, con 4,5 puntos, el parlamentario de Sumar, Jon Hernández, con 4,3, y finalmente el presidente del PP vasco, Javier de Andrés, y la representante de Vox en la Cámara, Amaia Martínez, ambos con una calificación de 2,9.

El sondeo se ha realizado a partir de 3.030 entrevistas telefónicas efectuadas entre los días 11 y 14 de noviembre, repartidas en 730 encuestas en Álava, 1.315 en Bizkaia y 985 en Gipuzkoa.

En términos de simpatía partidista, el PNV continúa siendo la opción que más apoyo emocional concentra, con 5,1 puntos sobre 10, seguido por EH Bildu y PSE-EE, que comparten una nota de 4,4, y Sumar, con 3,7. La simpatía hacia EH Bildu y hacia Sumar se sitúa en máximos históricos, mientras que jeltzales y socialistas se mantienen próximos a sus mejores registros. La simpatía hacia Vox también muestra una ligera subida, aunque se queda en 1,1 puntos, y el PP conserva un nivel estable de 1,9.

En el capítulo de liderazgos políticos, el Lehendakari Imanol Pradales es el dirigente más reconocido por la ciudadanía, con un 79% de conocimiento. Le siguen Eneko Andueza, con un 49%, Pello Otxandiano, con un 48%, y Javier de Andrés, con un 42%. En el extremo opuesto, los menos conocidos son Jon Hernández, al que identifica el 17% de los encuestados, y Amaia Martínez, con un 24%.

Respecto a la valoración, el Lehendakari Imanol Pradales vuelve a situarse en cabeza con un 5,7 sobre 10, seguido de Pello Otxandiano, que logra un 5,4, de modo que ambos son los únicos que alcanzan el aprobado. A continuación figuran Eneko Andueza, con 4,5, Jon Hernández, con 4,3, y, cerrando la lista, Amaia Martínez y Javier de Andrés, con 2,9 puntos cada uno.

En el eje ideológico izquierda-derecha, la sociedad vasca se inclina hacia posiciones de izquierda, con una media de 4,2 en una escala de 0 (extrema izquierda) a 10 (extrema derecha). No obstante, el 54% de la población se ubica en el centro, el 29% se identifica con la izquierda y el 9% con la derecha.

En cuanto al sentimiento nacionalista, el 32% de los encuestados se define como muy nacionalista vasco, el 25% se considera nada nacionalista y un 36% se sitúa en posiciones intermedias dentro de la escala de nacionalismo vasco.

Interés por la política y demanda de cambios

En Euskadi, el interés por la política alcanza su cota más elevada desde 1995: un 44% de la población afirma estar muy o bastante interesada, aunque la mayoría continúa mostrando poco o nulo interés por la actividad política.

La mitad de la ciudadanía opina que son necesarios cambios en la política, pero no una transformación completa del sistema. Esta opción intermedia es respaldada por un 25%, frente a un 22% que considera que no hace falta introducir cambios.

En la última década ha crecido tanto la percepción de que se requieren modificaciones moderadas como la de que no son necesarios cambios en la vida política vasca, mientras que se reduce el porcentaje de quienes reclaman un cambio total.

Patrones similares se observan al preguntar por la política española, aunque en este caso la demanda de cambios es más contundente: el 53% cree que hace falta un cambio total y el 34% se inclina por reformas, pero sin llegar a una transformación radical.

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