Carles Puigdemont ha llamado a filas y los suyos se desplazan a Perpiñán (Francia) para decidir el futuro de la Legislatura. La Ejecutiva de Junts se celebrará el lunes, un cónclave que abordará la relación con el PSOE -y con el Gobierno, de facto- y adoptará decisiones que modificarán en mayor o menor medida el escenario político. Las primeras informaciones apuntan a una potencial ruptura de relaciones, previo aval de la militancia. Con este escenario como telón de fondo, Demócrata analiza todas las posibilidades y consecuencias para dar respuesta a preguntas clave.
Dos reuniones, dos convocatorias
La convocatoria pública es la del lunes. El propio partido la enmarca en el calendario habitual. La cita comenzará a primera hora de la mañana en Les 5 Éléments y concluirá a las 17:00 horas aproximadamente, con una comparecencia en la que se comunicarán las decisiones adoptadas. Sin embargo, lo relevante sucederá en la víspera. El lunes se trasladará la estrategia y las decisiones tomadas por el órgano de la permanente y el lunes será más que una puesta en común para ratificar lo que se decida el domingo, cuando Puigdemont ha citado a su núcleo duro, ocho miembros, para evaluar el escenario político y emitir el veredicto que se comunicará a la Ejecutiva al día siguiente con la intención de que se ratifique por amplia mayoría y dar traslado después a la militancia.
El lunes será una puesta en común de lo que se decida el domingo, cuando Puigdemont ha citado solo a su núcleo duro
La lista de Junts
La guardia pretoriana que acudirá al domingo sería la permanente, con el President Carles Puigdemont a la cabeza; Jordi Turull, secretario general; Míriam Nogueras, vicepresidenta y líder del equipo de Madrid (portavoz parlamentaria en el Congreso de los Diputados); Antoni Castellá, vicepresident; Mònica Sales, vicepresidenta; y Josep Rius, vicepresidente portavoz. A estos nombres, se suman otros de su máxima confianza, y de la de Turull: Judith Toronjo, secretaria de Organización; y Teresa Pallarès, secretaria de Finanzas.
Completan la alineación, ya de cara al lunes, la Ejecutiva al completo, todas las vocalías: Jeannine Abella (Primer Sector), Victòria Alsina (Demografía e Inmigración), Joan Canadell (Empresa y Trabajo), Joan Ramon Casals (Coordinación del mundo local), Jaume Casañas (Territorio y Transición Ecológica), Violant Cervera (Tercer Sector Social, Infancia y Adolescencia), Assumpta Cros (Cultura), Josep María Cruset (Industria y Turismo), Ennantu Domingo (Derechos Sociales, Igualdad y Feminismo), Anna Erra (Educación), Jordi Fàbrega (Salud), Glòria Freixa (Vivienda), Gemma Geis (Universidades, Innovación e Investigación), Oriol Izquierdo (Justicia y Calidad Democrática), Anna Navarro (Transformación Digital, IA y Catalunya en el mundo), Aleix Sarri (Relaciones Internacionales y Países Catalanes), Isidre Sierra (Estrategia del País en Red en ámbito metropolitano), Francesc Ten (Defensa), Ariadna Urroz (Juventud y Deportes), Teresa Vallverdú (Seguridad y Civismo), Salvador Vergés (Infraestructuras) y Xavier Vinyals (Acción estratégica e Internacionalización).
Por las implicaciones prácticas de la decisión que se adopte, los siete diputados también han sido llamados para ratificar la decisión el lunes, aunque algunos no forman parte de la Ejecutiva
Posibles escenarios e impacto
El principal -y único- punto del orden del día es el quiebre de relaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez. La postura la moldeará Puigdemont y su núcleo duro el domingo, se comunicará el lunes a la Ejecutiva y, posteriormente, se sometería a consulta de la militancia, previsiblemente, en torno a miércoles.
La hoja de ruta es similar a la de noviembre de 2023, cuando las bases tuvieron que avalar el acuerdo para investir a Sánchez. Suya fue la ratificación para hacerle presidente y suya será la que diseñe el nuevo escenario.
Todo apunta a que Junts romperá su acuerdo de investidura alegando que se están incumpliendo los compromisos y apelando a la falta de sintonía de los últimos meses. La advertencia de Nogueras en sede parlamentaria a Sánchez fue premonitoria: “Habría que hablar menos del cambio de hora y más de la hora del cambio”.
Los posconvergentes consideran que los socialistas están faltando a no pocos acuerdos. De hecho, antes del verano, la propia Nogueras anticipó que exigirían concretar lo ya pactado antes de abrir nuevos horizontes. Para abrir boca, demandan la modificación del Código Penal en materia de multirreincidencia; y el reconocimiento del catalán como lengua oficial en la Unión Europea, una decisión que no depende del Gobierno, aunque poco o nada le importa eso a Junts. “Que hagan lo que tengan que hacer”, sentencian fuentes del grupo parlamentario en el Congreso.
También exigen la aplicación efectiva de la Ley de Amnistía para que Carles Puigdemont, afincado en Waterloo, pueda regresar a España; la delegación de competencias en materia migratoria, cuya proposición de ley descarriló por el rechazo de Podemos; un nuevo modelo de financiación y medidas para superar déficits; y el traspaso de competencias de funcionarios locales con habilitación nacional (secretarios, interventores y tesoreros).
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya respondió, afirmando que sí que se están cumpliendo los compromisos (incluso, se habría pedido un listado de los que falten por concretar). Y en referencia al “momento del cambio”, advirtió que los cambios pueden ser “para evolucionar o para involucionar”.
Si Junts se decanta por romper la baraja, el primer gran obstáculo para Moncloa serían los Presupuestos de 2026. María Jesús Montero, ministra de Hacienda, convocará “en los próximos días” al Consejo de Política Fiscal y Financiera para que las Comunidades Autónomas conozcan el detalle de la senda de déficit, cuyas cifras fueron desveladas en exclusiva por Demócrata. Este es el primer paso para un proyecto de PGE condenado, pues sin Junts, la aritmética parlamentaria se antojaría imposible.
Sin Junts, la aritmética parlamentaria se antojaría imposible y la Legislatura perecería.
La bancada de la formación catalana (7), junto a PP (137), Vox (33) y UPN (1) suman 178, una mayoría más que suficiente para tumbar cualquier iniciativa del Gobierno, inclusive, para hacer prosperar una potencial moción de censura instrumental para convocar elecciones anticipadas.
Cabe recordar que Montero ya anticipó que, si no logra sacar la senda, recurrirá a la antigua, activando el mecanismo de equilibrio presupuestario, lo que perjudicaría a las CCAA por disponer de menos margen. Y Sánchez, en sintonía, aseguró que podría prorrogar presupuestos y descartó el adelanto de comicios. La pregunta es cuánto aguantaría sin mayoría en el hemiciclo.
Por otra parte, pudiera ser que la de Junts sea una cita con el propósito de no romper relaciones, sino lanzar un aviso a navegantes, un ultimátum sobre el que edificar una nueva fase de concreción de compromisos rubricados y abrir nuevas conversaciones. Entre el domingo y el lunes por la tarde, se disipará la niebla de la incertidumbre.
