Los cimientos de Moncloa muestran fracturas. Una brecha comienza a asomar entre los socios de Gobierno. El PSOE está rescatando compromisos adquiridos con Junts para sostener en la medida de lo posible la aritmética parlamentaria, lo que a su vez, le está distanciando de Sumar. Los de Yolanda Díaz no ven con malos ojos, ni mucho menos, que se negocie con otros grupos, máxime si son aliados de investidura. A lo que sí se muestran reticentes es a los asuntos que se están acelerando y priorizando y los marcos desde los que se abordan; en concreto en materia lo que respecta a multirreincidencia y a vivienda.
El descontento en las filas de Sumar por el empujón que se ha dado a la Proposición de Ley Orgánica en materia de multirreincidencia, que modifica el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal, es notable. Este miércoles se ha reunido la Comisión de Justicia para emitir dictamen y el Grupo Parlamentario Plurinacional no lo ha apoyado.
La pasada semana, en la ponencia, el PSOE encarriló el redactado acordando con PP cuatro enmiendas transaccionales y con Junts, dos. En total, seis enmiendas que aquilatan el texto y alejan, aún más a Sumar, pero también a socios como EH Bildu y Podemos, que no pudieron evitar manifestar su sorpresa.
Unos sí, otros, no
La portavoz parlamentaria de Sumar, Verónica Martínez Barbero, denunció en una rueda de prensa el pasado martes que no solo “no somos partidarias de marcos punitivistas”, sino que además, “hay cosas absurdas en la ley, como que uno vaya a la cárcel tres años por robar un móvil”.
“No vamos a votar a favor de una norma que se dedique a poner más penas a la multirreincidencia porque tiene marcos que no nos convencen”, insistió Barbero, y remachó: “El PSOE ha decidido impulsar esta ley. No sé si está comprando marcos o son los suyos. Igual son sus marcos, pero no los nuestros”.
Esta celeridad se contrapone a la de otras iniciativas que aguardan su turno desde hace tiempo. “Igual que se dan mucha prisa por la ponencia de esta ley, que pongan la misma urgencia en proponer la ponencia de la nacionalidad saharaui”, afeó Barbero.
La proposición de ley de Junts sobre multirrencidencia supone importantes modificaciones del Código Penal para endurecer las condenas por reincidencia en hurtos leves y acelerar los procesos contra delincuentes reincidentes y que comentan delitos de manera continuada. La norma pretende que el robo de teléfonos móviles o cualquier otro dispositivo electrónico sea un agravante, estableciendo penas de prisión de uno a tres años; e impone de seis a 18 meses de prisión para quienes acumulen tres condenas por hurto leve sin necesidad de que el montante acumulado de las infracciones sea superior a 400 euros. Asimismo, se tipifica como delito el denominado petaqueo, que consiste en suministrar gasolina a narcolanchas.
De multirreincidencia, a vivienda
La multirreincidencia de Junts no es el único asunto que astilla a Sumar y le distancia de los socialistas, también lo es la vivienda. Este martes el Consejo de Ministros hizo un nuevo guiño a Carles Puigdemont con la aprobación de una de las exigencias de Junts: un real decreto para regular un nuevo sistema de cobertura para los propietarios frente a posibles impagos de renta en contratos de alquiler de vivienda firmados con jóvenes y personas en situación de vulnerabilidad.
Sumar considera que la medida no soluciona el problema y continúa exigiendo que se intervenga para prorrogar los contratos de alquiler que vencen, evitando así una avalancha de revisiones al alza. La formación magenta prevé ir hasta el final: llevarán a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos su decreto-ley de medidas urgentes que contempla la prórroga generalizada.
“Medidas como la empresa pública de vivienda está muy bien, siempre lo hemos defendido. Ahora bien, la prórroga de los contratos no puede esperar y el PSOE se tiene que sumar, sin dilación ni excusas”, espetó Barbero, quien además, urgió a extender y consolidar la suspensión de desahucios sin alternativa habitacional, que caduca el 31 de diciembre.
Esto mismo lo piden varios socios habituales, como Compromís, EH Bildu y Podemos. Fuentes de estos grupos parlamentarios coinciden en que, si bien es necesario negociar con Junts para disponer de una corpulencia parlamentaria que permita sostener la legislatura y aprobar iniciativas, el PSOE no debe perder de vista que el objetivo siempre debe ser aprovechar esa mayoría para aterrizar la agenda progresista.










